sábado, 27 de mayo de 2017

JAIME GARCÍA-TORRES NOS HABLA SOBRE SU NOVELA: "EL LECTOR DE SUEÑOS"

1) Este cuestionario lo leerán muchas personas, algunas no te conocerán. Preséntate a tus nuevos lectores.

Soy Jaime García-Torres Entrala, fiscal de la Audiencia Provincial de Granada, y escritor en los pocos ratos libres que me deja mi actividad profesional. El Aroma de Bitinia fue mi primera novela; y, pese a que en esta obra se continúa con la historia de la saga familiar, no es en ningún caso una segunda parte. El público puede adentrarse perfectamente en los pormenores del Lector de Sueños, sin ninguna dificultad, y sin necesidad de conocer detalles de la novela anterior


2) Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.

Es una historia trenzada, con tramas diversas, en la que se tratan temas universales e intemporales, como el amor, el desamor, el poder y la ambición, que son cuatro puntos cardinales que han estado presentes desde el inicio de la humanidad; y todo ello en un marco escénico apasionante, como era la ciudad de Gades en el siglo I a.C. Pero siempre partiendo de que la ambientación histórica es un elemento más y que, en ningún caso, resta protagonismo al tema de fondo, que no es otro que la búsqueda de la felicidad.

3) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.

La novela se ha publicado en papel, con la editorial Miguel Sánchez, de Granada. Su página de contacto es http://edicionesmiguelsanchez.com. De momento, no se ha contemplado la posibilidad de publicar en digital, pero tampoco se descarta.

4) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.

Todos los personajes de la novela son especiales para mí, pero destaca de entre todos ellos el esclavo Dionisio, el mentor de la familia Horacio, que representa todo el conocimiento clásico. Es, como dice el protagonista Marco Horacio, un anciano débil pero, a la vez, una fortaleza intelectual inexpugnable. Y a mí, personalmente, lo que más me atrae de la trama es la pugna filosófica que mantienen ambos, amo y esclavo, y que resulta emocionante.


5) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?

La historia de Roma es siempre apasionante, y es fácil encontrar en ella la inspiración, porque es nuestro antecedente histórico y el origen de muchas de nuestras costumbres y tradiciones, las cuales se entienden mucho mejor si se conoce la fuente de la que provienen. A mi me resulta curioso descubrir, por ejemplo, que un contubernio, que en época romana era una tienda de campaña militar destinada a alojar a ocho legionarios, hoy sirva para denominar un acuerdo con fines censurables. 

6) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla? 

El proceso de escritura, cuando se usa un escenario histórico, como en este caso, suele ser prolongado, porque hay que destinar mucho tiempo a la documentación. Para El Lector de Sueños se ha empleado un año y medio aproximadamente entre documentación y escritura. Las fuentes bibliográficas que he usado han sido, principalmente, trabajos universitarios y tesis doctorales, referidas básicamente a la antigua Gades y el templo de Melkart, lugar en el que, según decían, reposaban los restos del mítico Hércules. Y para conservar el rigor histórico de la novela, todos los capítulos han sido supervisados por un historiador graduado en la Universidad Autónoma de Madrid, Héctor Manuel Vázquez Dovale.

7)¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?

La obra se desarrolla primero en Roma, y después en Gades, ciudad que tenía una configuración totalmente distinta de la que conocemos hoy. Gades estaba formada por tres islas, Erytheia, Kotinoussa y Antípolis, y decían que era lo que quedaba del imperio sumergido de la Atlántida. Y, además, la zona que actualmente ocupan las marismas del río Guadalquivir, era un inmenso lago, el lago Ligustino, que permitía la navegación marítima desde Gades hasta, prácticamente, las puertas de Híspalis. Lógicamente, llevar a los protagonistas por estos escenarios novedosos, puede resultar muy atractivo para el lector.

8) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?

Curiosamente, y pese a que la novela transcurre en el siglo I a.C., trata un tema universal, que es la búsqueda de la felicidad mediante la liberación de las cadenas que aprisionan nuestro espíritu. Y partiendo siempre de que toda novela pertenece al genero de la narrativa; y, como tal, debe tener un narrador, una o varias tramas, un tema de fondo y una ambientación. Si se quitase la escenificación, se podrían mantener perfectamente la trama y el tema de la novela, usando cualquier otro escenario, clásico o contemporáneo, y con los lógicos reajustes. Y ese es el aspecto que, a mi juicio, hace tan atractiva esta novela: el escenario histórico, pese a ser riguroso, no se superpone al resto de elementos de la obra.

9) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella? 

El trino melódico de las aves del jardín de Astarté y el lejano graznido de las gaviotas acompasaron con su reclamo la creciente luz del amanecer gaditano, provocando que me despertara lentamente, sin sobresaltos, y con la sensación de haber descansado plácidamente, pese a que mis angustiosas pesadillas de la noche seguían repitiéndose a diario y durante las primeras horas del sueño. 

La bella Anaid dormía plácidamente y no me atreví a despertarla. Al observar con detenimiento la belleza de su desnudez, el contorno de su cuerpo juvenil y la calidez de su expresión relajada, me reconfortó poder estar con ella. Le había prometido a la sacerdotisa del templo una sustanciosa suma de dinero, con la condición de que me reservara con exclusividad el cuerpo de Anaid. Por ello, al contemplar su perfil anaranjado por la luz del amanecer, me alegré de mi elección. Era la cuarta noche que pasábamos juntos, pero tenía la sensación de saberlo todo sobre ella. Su conversación cómplice, sus suaves y cálidas caricias, y el tono cadente de su voz, susurrándome al oído los misterios del amor, habían provocado en mí la agradable sensación de conocerla mucho más de lo que podrían dar de sí los escasos encuentros. En esas cuatro noches, y después de amarla, ya había tenido la ocasión de hablarme sobre su infancia en Gades, del temprano fallecimiento de sus padres, de sus juegos en las interminables playas de arena blanca con la compañía de su hermana pequeña Adama, y del acogimiento de ambas en la familia de su acaudalado tío Hyrum.

La noche había sido larga e intensa, y tuvimos tiempo para conversar, para reír y para amarnos sin pensar en el transcurso de las horas, seduciéndonos como dos amantes prisioneros recluidos en una sensual estancia. A las confidencias siguieron las risas, y a las risas los abrazos. Después, tras embrujarme con la mirada de sus negros ojos, se entregó a mí otra vez, con ardor y complacencia, como si yo fuese el único hombre sobre la tierra, hasta que, finalmente, caí en un profundo y cálido sueño. 

Con los primeros rayos de luz iluminando la estancia, acaricié su tersa piel para despertarla lentamente; abrió los ojos, me sonrió y me besó con sus dulces labios.

— ¿Ya te vas, romano?

—No, aún es temprano para marcharme. Y no quiero que me llames así, Anaid. Mi nombre es Marco.

—Marco el romano, pues…

—Con Marco es más que suficiente, gaditana —le dije, mordisqueando su oreja.

Anaid se giró, puso sus manos sobre mi rostro y me estiró la piel con delicadeza, como si quisiera borrar de mis mejillas y mis ojos las incipientes marcas que ya surgían sobre la piel, delatando mi edad.

— ¿Acaso soy mayor para ti, gaditana?

miércoles, 3 de mayo de 2017

MUSTAPHA BUSFEHA NOS HABLA SOBRE SU NOVELA: BABUCHAS NEGRAS.


1) Este cuestionario lo leerán muchas personas, algunas no te conocerán. Preséntate a tus nuevos lectores.

Me llamo Mustapha Busfeha García. Nací en Larache (Marruecos) en 1945, de padre marroquí y madre granadina. Estudié Ciencias Políticas y Económicas en la Complutense de Madrid, y me especialicé en Relaciones Internacionales y Derecho diplomático. Así mismo cursé estudios de Ciencias Sociales en la Pontificia de Salamanca. 

En paralelo a mi vida profesional, he colaborado en varias publicaciones de carácter cultural y formé parte del equipo de redacción de “Les guides bleus” (Editorial Hachette, Paris) para el volumen: “Marruecos” en su parte histórica,pronunciando también diversas conferencias sobre todode carácter histórico. Una vez alcanzada la jubilación me he dedicado a lo que es mi pasión: la investigación y la historia. Fruto de ello fue la publicación de mi primera novela: “La casa del cobertizo” y mi intervención en: “Dolor tan fiero” Relatos para Teresa de Jesús V Centenario, con el relato: “Edicto de gracia”

2)¿Cómo se llama tu nueva novela?

“BABUCHAS NEGRAS”

3)Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.

Si en “La casa del cobertizo” los temas centrales eran el amor y la amistad, en “Babuchas negras” lo serán el amor, (el amor siempre), a la persona, al ideal, a su lugar de nacimiento…), y la lealtad. La novela se desarrolla entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera década del siglo XVII y la resumiría diciendo que es la persecución constante de un sueño, (¿qué es sino la vida?), por parte de sus protagonistas, pues no hay uno sólo en la novela. ¿En qué sueña el corsario El Hayani? ¿Cuáles son los sueños de los dos Felipes de la época? ¿Cuál es el anhelo del rey D. Sebastián? ¿Cuál es la meta de Ahmed Al Mansur? Y sobre todo ¿qué sublime utopía mueve al joven Diego de Guevara?

En “Babuchas negras” hay una representación de todo el orbe conocido, hay una diversidad ingente de escenarios, hay un mundo que gira con velocidad en torno a los navíos, en los campos de batalla, en los desiertos, en las cortes de Estambul,Madrid,Lisboa, o Marraquech. Y es un mundo que gira igualmente en los ojos de quienes miran, ojos azules, muy azules, ojos taimados, ojos inocentes, ojos traidores y ojos enamorados. En “Babuchas negras” no nos encontramos sólo con el relato de una historia, hay varias historias que van ensamblándose entre sí (espero que con coherencia y ritmo) hasta llegar a los finales parciales del libro, porque tampoco es libro de un sólo final.

4) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.

La novela ha sido publicada por Ediciones Lacre perteneciente al sello editorial ÁLTERA. Existe en los dos formatos, papel y digital. En su versión digital se puede encontrar en EL CORTE INGLÉS y en ambas versiones en AMAZON, AGAPEA, LA CASA DEL LIBRO y algunas más…

5) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.

Como ya expresé en una ocasión anteriorlos que nos dedicamos a este género de la novela históricasolemos mezclar personajes reales con aquellos nacidos de la imaginación del escritor. A lo largo de la narración encontraremos muchos personajes históricos como Sebastián de Portugal, el capitán Aldana, Felipe II y Felipe III, Abdelmalik, Ahmed Al Mansur llamado “el Dorado”, el corsario granadino Al Dugali, Mahmud Káti (el godo), Diego de Guevara, el “Príncipe Negro”... Entre los imaginarios hay que citar al corsario El Hayani (junto a Diego de Guevara, serán los personajes motrices de la obra), a Lucía hermana ficticia de Diego de Guevara, el granadino Alí Tuzani, amigo inseparable de Diego, Matías de la Iglesia, Yasmina … ¿Cuál es mi preferido? No sería uno sino cuatro; dos reales, me refiero a Abdelmalik (pudo haber sido el mejor rey de la historia de Marruecos) y a Diego de Guevara, personaje real, pero del que apenas se sabe nada en la primera etapa de su vida que yo me he permitido novelar.

En cuanto a los imaginarios El Hayani, corsario, pero a su vez agricultor, es todo un patriarca que aglutina en torno a sí la tierra y el mar, que jamás se casó para no ser infiel a esos dos amores pero que es capaz de apadrinar a unos chiquillos rescatados de las tierras andaluzas.

Otro personaje entrañable es Matías de la Iglesia que más tarde será conocido como Ismael Rondilla por ser la Rondilla de Granada el lugar en que se había criado y que según él, la crianza en esa zona enseñaba más que Salamanca y Al Qarawiyyin juntas.

Y por supuesto, aunque se me pueda acusar de “un brin chauviniste”, una gran protagonista de la novela es aquella verdadera escuela de convivencia de las tres culturas llamada Larache, ciudad de la que me siento muy orgulloso de ser hijo.


6) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?

Más que una idea que surge como chispa, que es lo que me ocurrió con “La casa del cobertizo”, en este caso ha sido un deseo imperioso de escribir sobre tres temas que me apasionaban desde hacía mucho. En principio, tenía el proyecto de escribir separadamente sobre cada uno de ellos, pero entonces, ahora sí surgió la chispa, se me ocurrió que podría hilvanarlos a través de un personaje que por haber participado en los tres temas sirviese de hilo conductor. Diego de Guevara era el idóneo puesto que está probada su presencia activa en dos de las tres empresas y cómo la primera parte de su vida es en la práctica desconocida…

Por cierto, antes de comenzar a escribir una sola palabra, ya tenía en mente el título: “Babuchas negras” y lo paradójico es que hasta la última hoja de la novela (pág. 581) no se sabrá el porqué de ese título.

7) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla?

Terminé “La casa del cobertizo” en marzo del 2014 y comencé de inmediato con “Babuchas negras”, por lo que han sido tres años justos de trabajo. Encontré material suficiente que queda detallado al final del libro.

8) ¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?

Es obvio que a medida que investigas vas topándote con hechos que hasta entonces desconocías. He vivido, por motivos laborales, en Marrakech durante algo más de tres años; habré pasado centenares de veces por un barrio llamado: “Riad al Zaitun” que, traducido al granadino, y digo bien al granadino, sería “Carmen de los olivos”. Me constaba que ese barrio fue creación de los andaluces que fueron concentrados en Marrakech y que serían la base del futuro cuerpo de ejército puramente andalusí. Lo que ignoraba es que la mayoría de ellos eran originarios de Órgiva y que cambiaron ese nombre del barrio por el de “Órgiva la nueva”

Otro hecho que me sorprendió fue el conocer la estrecha amistad que unió al “Príncipe Negro” y a Lope de Vega que incluso le dedicó poemas y una obra de teatro.

En lo que se refiere a la “documentación de campo”,en una visita que hice al lugar en que se dio una importante batalla descrita en el libro, quedé desconcertado por el hecho de que por donde corría un rio impetuoso con un considerable caudal que fue capaz de ahogar a decenas y decenas de personas, entre ellas un rey, no se viese hoy ni una sola gota de agua. Los restos de un puente siguen existiendo, pero bajo él, reina la sequedad más absoluta.

9) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?

Reitero lo que comenté cuando respondí a vuestras preguntas sobre “La casa del cobertizo” Yo creo que toda novela merece ser leída porque como dijo Plinio y siglos más tarde se lo apropiase Cervantes, “No hay libro malo que algo bueno no tenga” Independientemente de que nos guste o no, siempre sacaremos algo que nos plazca o que tal vez desconocíamos. Mi hijo mayor suele decir que admira el oficio de escribir “porque el escritor a la hora de crear una obra se está entregando en la totalidad de su ser”, “está dando todo lo que tiene”. Estimo que sólo por eso merece que se le lea.

10) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella?

Pues mirad, así comienza “Babuchas negras”

CAPÍTULO I

En la Alcarria, por tierras de Guadalajara, en la vega del río Matayeguas, hay una villa llamada Lupiana y, cerca, entre frondosos bosques, se encuentra el monasterio de San Bartolomé.

Un anciano fraile lee su libro de rezos mientras camina fatigado por el elegante y magnífico claustro renacentista; cansado, se sienta, cierra el libro y, echada hacia atrás la cabeza, contempla el bellísimo artesonado de madera finamente tallada, así como los detalles labrados de forma primorosa sobre los arcos, ovas y rosetas; escudos de la orden que representaban al león bajo capelo, las hermosas imágenes de San Jerónimo, San Pedro, San Pablo, San Juan, la Virgen María. No se cansa de contemplar los riquísimos capiteles, así como sus exquisitas tallas entre las que se distinguen: cabezas de carneros, calaveras, grifos, angelillos…

El prior, pues del prior se trata, cierra los ojos dejando que su mente navegue entre los muchos pensamientos que se acumulan; hoy le han dicho por ejemplo, que en Mancera, allá por tierras de Ávila o Salamanca, que no estaba muy seguro a quién pertenecía ese pueblo, un tal Juan de Yepes, al que ahora llaman Juan de la Cruz, ha fundado un convento de la nueva orden del Carmelo descalzo en seguimiento probable de la ya famosa Teresa de Cepeda, aquella monja andariega que no cesaba, a pesar de los pesares, de fundar conventos carmelitas allí por donde pasaba, que parecía que no había fuerza capaz de detenerla. Aquella mujer, -pensó- salíase de lo común, y como toda persona cuya vida saliese de lo común habría de tener mucho cuidado con la Inquisición, más aún cuando se dice que es descendiente de judíos.

Pero en aquellos momentos lo que más preocupaba al prior eran las noticias procedentes de Granada. Aquella terrible tragedia de la guerra de las Alpujarras, una guerra sin cuartel de españoles contra españoles, estaba a punto de finalizar. Montañas y caminos, aldeas y pueblos ahogados en torrentes de sangre estaban despoblados. En el mes de septiembre de 1570 Don Juan de Austria, hermanastro del rey Felipe, el duque de Sesa, nieto del Gran Capitán, y el comendador mayor de Castilla Don Luis de Requesens designado por el rey como mentor de su hermano, bañaron en sangre y fuego todas las Alpujarras mientras daban caza a los últimos grupos de moriscos que hambrientos y desarmados se batían en retirada. El marqués de Modéjar, nieto del recordado Conde de Tendilla, que al principio casi había logrado sofocar la rebelión y que se vio en ocasiones forzado a actuar a veces con verdadera crueldad fue suspendido y relevado de sus funciones por ser “blando” con los moriscos según le acusaba ante el rey el presidente de la Audiencia el fanático anti morisco Pedro Deza. Todo hombre era pasado a cuchillo, las mujeres y los niños cautivados y luego distribuidos como botín entre los soldados. Los pocos moriscos que quedaban se refugiaron en las numerosas cuevas existentes con la esperanza de pasar inadvertidos para poder más tarde huir hacia las costas donde tratarían de pasar al otro lado de la mar.

- ¡Taponad bien las entradas! ¡Acumulad más haces de leña! ¡Mojad algo esa paja! –gritaban los capitanes de Requesens ante las bocas de las cuevas en las que sospechaban, o sabían por los espías y renegados, que había moriscos. 

Frente a las hogueras y al humo que asfixiaban a los perseguidos se situaban las tropas de Requesens; a medida que los sofocados moriscos asomaban para rendirse mataban a todos los hombres y dejaban sólo con vida a algún que otro anciano, a las mujeres y a los niños. Los vendían después como esclavos y por ser tantos, según le daban a conocer las cartas que al prior habían llegado, el precio era muy bajo. 



JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA

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