viernes, 30 de octubre de 2015

TEO PALACIOS NOS RESEÑA SU NOVELA "EL TRONO DE BARRO"

1) Tu nueva novela se titula El trono de barro, ambientada en la vida del duque de Lerma, personaje ambicioso que tuvo mucha influencia en el reinado de Felipe III y que terminó siendo su valido. Centrémonos en el título antes de pasar al contenido: “¿Crees que el duque tuvo un “trono de barro”? ¿Que su poder no fue tan grande como nos han hecho creer?

El poder del Duque de Lerma fue inmenso. Comparable al del propio Felipe III. De hecho, el rey envió en varias ocasiones órdenes a los diferentes Consejos indicando que debían tratar los documentos firmados por el Duque, o sus indicaciones, como si vinieran del propio rey. El Duque de Lerma era, probablemente, el hombre más poderoso de la Tierra.

Pero su situación fue inestable muy pronto. Logró hacerse con numerosos enemigos, algunos de ellos tan poderosos como la mismísima reina Margarita, quien formó un partido que no se detuvo hasta que logró hacerlo caer. Sin duda se sentó sobre un trono de barro.

2) Francisco de Sandoval es el prototipo de hombre ambicioso y corrompido. ¿Qué fue lo más deplorable que realizó siendo primer ministro del rey Felipe III?

Lo peor que hizo fue sin duda enriquecerse a costa de todo y de todos. Fue el “inventor” del pelotazo urbanístico cuando adquirió terrenos y palacios en una Valladolid depauperada para, a continuación, trasladar la Corte a la ciudad del Pisuerga y vender sus posesiones a precio de oro. Su privanza está recordada como una de las épocas más corruptas de nuestra Historia. Los ministros, los secretarios… Todo el que se convertía en satélite del Duque terminaba enriquecido. Hace unos días, un programa de La Ser lo comparaba con Rodrigo Rato… Yo creo que Rato se queda corto, muy corto, a su lado.

Y no le tembló el pulso cuando tuvo que elegir entre sus amigos o su posición. La ambición y la sed de poder de Francisco de Sandoval no tenían límites. 

3) Suponemos que además de esas maldades tendría alguna virtud. Veamos su lado más positivo y preséntanos su lado humano.

Sin duda tuvo algunas luces. Por ejemplo, logró que se firmara la paz con Francia, Inglaterra y los Países Bajos, aun cuando casi todo el mundo estaba en contra de esa política pacifista. Y era algo realmente necesario, porque las guerras continuas estaban esquilmando las arcas españolas.

Otro aspecto importante es que se opuso cuanto pudo a la expulsión de los moriscos. Opinaba, con gran acierto, que eran la mano de obra básica de los reinos que gobernaba Felipe III y no se podía prescindir de ellos. De hecho, cuando se les expulsó de Valencia se necesitaron casi cien años para que se recuperara el nivel poblacional en aquella zona.

Y por otro lado su vida familiar fue muy triste. Se casó por motivos económicos con Catalina de la Cerda, con la que tuvo varios hijos. El mayor de ellos, Cristóbal, fue un quebradero de cabeza permanente para Francisco de Sandoval; al punto de que fue uno de los causantes de su caída. Y eso a pesar de que el Duque, que encontró el amor en la Condesa de Valencia algún tiempo después de enviudar, no llegó a casarse con ella para no desairar a su primogénito.

Si es cierto el dicho de que los poderosos están solos, en el caso de Francisco de Sandoval esa sentencia obtiene todo su significado.


4) Teo, te hemos seguido a lo largo de varios años con tus novelas que han recreado la antigua Grecia y al-Andalus. Ahora das un gran salto y te plantas en los siglos s. XVI y XVII. ¿Cómo ha sido la labor de reciclaje y qué te ha supuesto como novelista histórico?

Me gusta cambiar de época para ambientar mis historias. Me enriquece. Creo que esa es la mejor parte de escribir novela histórica… Lo que llego a aprender a nivel personal. Además, te permite comprobar que en realidad el ser humano no ha cambiado… El Trono de Barro podía haber sido escrita perfectamente en época actual. Es una historia de ambición, de avaricia, de envidia, de orgullo, de venganza… De hecho, durante mucho tiempo tuvo el título provisional de Pecado Capital. Y se puede comprobar que eso mismo es lo que ocurre en nuestra sociedad hoy día. La corrupción, la avaricia, la ambición, están a la orden del día. España no ha cambiado nada desde, al menos, el S. XVI.

5) ¿Los españoles de hoy somos hijos de los que vivieron en tiempos del duque de Lerma?

Sin duda. Para lo bueno y para lo malo. El pueblo llano se dejaba las pestañas y pasaban dificultades mientras los poderosos se enriquecían. La picaresca campaba a sus anchas. Se organizaban campañas enloquecidas que no llegaban a puerto, como el intento de conquistar Argel; se organizó una flota y cuando ya estaban en las costas africanas tuvieron que volver a causa de una niebla que hizo imposible el desembarco. Y algunos, muchos, querían “independizarse”. Ahí está el ejemplo pocos años antes del alzamiento de Granada. Sí, sin duda somos hijos de aquellos.

6) En 2013 participaste en las Primeras Jornadas de Novela Histórica de Granada y ahora asistes a las quintas. Tu apoyo, como el de muchos otros autores participantes, ha sido decisivo para que nuestro proyecto vinculado a la novela histórica y a Granada tenga sus frutos. En estos dos años… ¿Qué crees que ha cambiado en el panorama literario en relación a este género y cómo ha influido en tu trayectoria como escritor?

Es una pregunta de dificilísima respuesta… Es evidente que el mercado editorial ha cambiado. Los editores han perdido fuerza en favor de los departamentos de Marketing, por ejemplo, y eso complica la vida al escritor, que ya no solo debe escribir bien, sino que además debe escribir una novela “vendible”. 

Por otro lado, el mercado digital sigue sin ser entendido. La piratería hace estragos. No se consiguen vender derechos de traducción a otros países. Las librerías cierran… no corren buenos tiempos para el sector, desde luego.

Y la novela histórica no se iba a librar de todo este jaleo: ha perdido cierto peso entre los lectores. Sigue siendo un baluarte, sí, un puerto seguro para las editoriales… Pero los índices de venta han bajado.

Hasta ahora, esa tendencia no me había influido, pero empiezo a pensar en la posibilidad de dar cierto giro al tono de mis novelas, aunque sin abandonar el género histórico.

7) Te deseamos mucha suerte con tu nueva novela. ¿Nos dejas leer un poco de ella?

Muchas gracias. Por supuesto, es un placer daros un adelanto.


“Francisco hablaba con Catalina. 

—Pronto cumplirá dieciséis años, tiempo más que de sobra para empezar a pensar en su futuro.

—Lo que deseáis no es pensar en su futuro, sino casarlo. ¡Cristóbal es apenas un niño! Vos teníais veintitrés cuando nos desposamos.

—Mirad, Catalina. —Se frotó la frente con la mano izquierda intentando calmarse, pero, cuando retomó el discurso, la voz de Francisco era dura y movía las manos con fuerza, manteniendo los puños cerrados—. Tal vez vos no seáis consciente de nuestra situación, pero os aseguro que es muy grave. Durante años hemos caminado haciendo equilibrios para mantenernos en la Corte. Más de una vez he estado a punto de tomar la decisión de mudarnos a mis tierras, en Denia, con el fin de acabar con los enormes gastos que nos vemos obligados a hacer aquí: recepciones, fiestas, comidas, ropas, regalos… —A estas alturas caminaba en grandes círculos, repitiendo un discurso que quizá había ensayado en otras ocasiones. Catalina se había llevado una mano al cuello y los ojos se le habían tornado vidriosos, pero él no lo vio. Ni si quiera la miraba—. Al principio nos valimos bien de vuestra dote. Con ella pudimos mantenernos durante un tiempo; pero luego vinieron los niños y, a pesar de todos los esfuerzos realizados, lo que no llegaron fueron las mercedes del rey. Y así nos fuimos agotando. De no ser por la ayuda de algunos amigos, a día de hoy estaríamos en la miseria. Hubiéramos tenido que vender esta casa —aseguró abriendo los brazos—, tal vez vuestras joyas; incluso parte del vestuario. Y estaríamos en Valencia, alejados de todo cuanto merecemos. Pero hasta eso está a punto de agotarse, Catalina. —Se acercó a ella, la tomó por los hombros mirándola desde arriba y, cuando vio que luchaba por evitar que las lágrimas cayeran, la abrazó al tiempo que daba un suspiro—. No nos queda más remedio. Cristóbal debe casarse. Es el único modo.

Antes de que Catalina pudiera hablar, otra voz sonó en la sala.

—No lo haré. No me casaré para que vos podáis seguir buscando un modo de alcanzar poder y gloria.

Francisco cerró los ojos con fuerza y apretó los labios sin girarse si quiera. Catalina se separó de él y miró a su hijo. Alzó la vista de nuevo a su esposo, que clavó los ojos en ella. Asintió y, rodeando a su marido, alargó las manos hacia su hijo y comenzó a hablarle.

—No sería de inmediato, Cristóbal. Estas cosas llevan su tiempo y…

—No. Quiero escoger a mi esposa por mí mismo, sin necesidad de que la elijáis vosotros, madre. No deseo que mi boda se convierta en un simple contrato —porfió Cristóbal.

—¿Y cómo elegirías, eh? ¿Le mirarías el rostro? ¿O tal vez querrías fijar la mirada un poco más abajo y buscar unos pechos generosos? —Catalina ahogó una exclamación al escuchar a su marido hablar así y se sentó en un taburete cercano—. Has de saber que esos atributos pasan, hijo mío —continuó acercándose y haciendo un esfuerzo por endulzar el tono—, y que lo importante es asegurar la solidez de tu casa mediante una boda ventajosa.

—Y, no obstante, parece que vos no sois capaces de lograr la seguridad de la vuestra.

La respuesta fue demasiado ofensiva y, antes de que Catalina pudiera evitarlo, la mano de Francisco ya abofeteaba a su hijo con saña. Le golpeó la nariz, que comenzó a sangrar casi de inmediato, manchando la camisa blanca y goteando sobre la alfombra.

—¡Escúchame bien, desagradecido! Aún te queda mucho por aprender. —Francisco señalaba con el índice al muchacho, que apretaba los pómulos chirriando los dientes mientras Catalina, pálida y temblorosa, apretaba un pañuelo contra la nariz de su hijo—. ¡Eres un Sandoval! Tus antepasados sirvieron a reyes y levantaron una de las mayores Casas de Castilla. Tú eres su heredero y tendrás que estar a la altura. Medrarás en la Corte, y si para ello he de casarte con la hija del mismísimo Satanás así lo haré. Seguirás mis consejos y mis pasos. ¿Has entendido?

—Sí, padre. He entendido muy bien. —Cristóbal lo encaraba sin temor, hablando con voz clara, mostrando el pómulo enrojecido que comenzaba a hincharse—. He comprendido que, si he de medrar en la corte, visto lo bien que os ha ido a vos, jamás deberé hacer caso de vuestros consejos.

Giró dándole la espalda y, deshaciéndose de las manos de su madre, que se habían quedado colgadas del aire ante la furibunda respuesta, se alejó a grandes pasos.

Tras el portazo, Francisco y Catalina se mantuvieron en silencio. Ella permanecía sentada, arrugando el pañuelo manchado con la sangre de su primogénito. Francisco tenía los ojos encendidos; permanecía de pie, en el mismo lugar en el que se hallaba cuando su hijo le dio aquella réplica dolorosa. No midieron el tiempo. No supieron si habían estado así un día o un instante. Cuando Francisco reaccionó fue para dirigirse a su mujer.

—Tendréis que ayudarme a convencerlo.

Catalina se levantó despacio entre un murmullo de sedas. Dobló el pañuelo con cuidado, como si fuera una reliquia. Alzó la cabeza con lentitud hasta enfrentar la mirada con la de su esposo y contestó a sus palabras.

—No contéis para esto conmigo, Francisco. Os respeto; mas, al fin y al cabo, yo solo soy un contrato para asegurar la permanencia de vuestra casa.”


Gracias por vuestro apoyo y vuestro cariño.

martes, 27 de octubre de 2015

SANTIAGO CASTELLANOS NOS RESEÑA SU NOVELA "BARBARUS, LA CONQUISTA DE ROMA"

1. La finalidad de este cuestionario es que sea el propio autor quien nos presente su novela. Cuéntanos cómo has comenzado en el mundo de la literatura y si tu experiencia es amplia, compártela con nosotros.

He comenzado muy recientemente, de hecho ha sido determinante el apoyo decidido de Ediciones B a mi primer proyecto de enjundia el que lo ha permitido. Fue MARTYRIUM (2012), una novela sobre la época de Constantino y el paso del cristianismo de religión perseguida a tener a sus líderes en la órbita del poder imperial. Y ahora ha llegado BARBARUS.

2. La inspiración siempre es esquiva, o no. ¿Tienes algún método o rutina para que no falte a la hora de escribir?

Sí. La documentación es un paso imprescindible. No escribo absolutamente nada, ni una sola letra, sin una fase de documentación que me lleva meses, mucho tiempo, en la que incluyo, poco a poco, la elaboración de una suerte de guión o esqueleto, que también me lleva meses, y en el que poco a poco voy encajando las piezas, los personajes, la trama, las situaciones. Antes de todo esto que te cuento, parto de una idea general, sé lo que quiero contar, la época la conozco, pero luego hay que preparar todos los ingredientes muy bien, despacio, con calma. Y ahí llegan esas fases que te decía y, finalmente, la escritura.

3. En estos días presentas “Barbarus, la conquista de Roma”. ¿Qué vamos a encontrar en este libro que no encontremos en otras novelas sobre el mundo romano?

Pues que el lector entra en Roma de la mano de los bárbaros. Es distinto a lo habitual. Generalmente las novelas “de romanos” adoptan la perspectiva de protagonistas romanos, y están muy bien hechas. Yo me planteé algo distinto: cómo los bárbaros, en este caso los godos, podían ver no solamente a los romanos, sino al Imperio en sí. Mi impresión es que, además, se trata de algo que, con distintas coordenadas, es actual. Los movimientos migratorios suelen ser vistos desde la óptica de la potencia, no desde la de los grupos humanos que se ven obligados a entrar en dicha potencia. O a intentarlo. Pese a las concertinas, por ejemplo. Pese a las reuniones de los políticos incapaces de gestionar una crisis migratoria, por otro lado. En el fondo, en Roma sucedió algo similar con los godos, que es el tema de mi novela. ¿Por qué el Imperio les dejó entrar? ¿Cómo los trató? ¿Y qué ocurrió después? Tales son las preguntas que la novela trata de contestar con una narración, espero, entretenida y ágil.


4. Eres profesor de Historia Antigua y como es lógico nos tratarás de convencer de que la Historia de la Antigua Roma aún dará para tema central de muchas novelas. Pero haciendo de abogado del diablo te preguntamos: ¿No está el mercado saturado de novelas de ambiente romano?

No soy yo el más indicado para decirlo. Es cierto que hay mucha oferta, pero probablemente también hay demanda. Lo digo a mis alumnos en la Facultad: Roma es, en buena medida, nuestro origen. Somos romanos aún en muchas cosas, lo suelo explicar también en las charlas de divulgación. Pero mis novelas no están ambientadas en la Roma digamos “clásica”, sino en la de la crisis del Imperio. Me interesa adentrar al lector en cómo aquel Imperio entró en crisis. Fue un proceso complejo, lo sabemos académicamente, y lo que yo intento hacer es entretener al lector, divertirle, y que de paso aprenda las claves de cómo Roma se fue diluyendo como imperio. Y el lector se sorprenderá al encontrar temas que le resultarán actuales, como la corrupción, la presión fiscal, los conflictos religiosos, las migraciones… Creo, sinceramente, que mis novelas aportan otro punto de vista distinto. 

5. Cuéntanos tu estrategia a la hora de documentarte. ¿Has encontrado como novelista sucesos históricos más interesantes que como historiador?

Es un punto crucial. Como bien dices, por mi profesión podría pensarse que me resulta fácil la fase de documentación. Y esa afirmación tiene una parte de verdad. Pero por otro lado hay cuestiones en las que en mis trabajos académicos apenas entro, y que sin embargo debo estudiar con precisión para mis novelas; me refiero a cuestiones de vida cotidiana, objetos, ambientes sociales, y desde luego cuestiones propiamente literarias, que funcionen para la trama y la evolución de los personajes. Es un esfuerzo tremendo, pero que luego cuaja para el lector, espero, en el ambiente, la atmósfera de las novelas.

6. ¿Qué es para ti la novela histórica?

Se trata de un tipo de literatura que ambienta una narración y unos personajes en una época del pasado. A partir de ahí hay diversos enfoques, puede abordarse más libremente, con poca política, o al revés, sin apenas aludir al contexto político, o con muchas batallas, o con pocas… Da igual. Cada autor tiene su enfoque. Lo importante es que esté bien escrita y que entretenga. A mi modo de ver, probablemente ahí me influye mi profesión de profesor Universitario, si esa novela puede enseñar algo al lector, mejor. Porque se supone que el lector que compra una novela histórica es aficionado a la literatura… y a la Historia. De ahí que, en mi criterio, la parte propiamente histórica del libro ha de ser rigurosa e ir en la lógica de la Historia. No contra ella. Que mientras el lector vaya avanzando en el libro, se divierta, se enganche, viva con los personajes, pero que al mismo tiempo aprenda procesos históricos que, como sucede con BARBARUS, están de plena actualidad. Lo decía antes. Me refiero a las migraciones masivas de gentes horrorizadas por la situación de la que huyen y que se encuentran con que el Primer Mundo (en BARBARUS ese Primer Mundo es Roma) les recibe con campos de refugiados, por ejemplo.

7. Como Asociación de Jornadas de Novela Histórica de Granada realizamos actos, rutas literarias y dos jornadas anuales sobre novela histórica. ¿Sabías de nosotros? ¿Crees que este tipo de actos son necesarios para impulsar el género?

Sí, sí, conocía las Jornadas, había seguido algo su desarrollo porque además Blas Malo, excelente autor y compañero de editorial, ha explicado muy bien en Internet su funcionamiento estos años. Me parece una iniciativa genial. Tanto la recreación histórica como las rutas literarias se hacen en otros países, especialmente en Inglaterra, y poco a poco se van incorporando a España. Y encima tenéis Granada como escenario… ¡¡No se puede pedir más!!

8. Hace unos días te veíamos en la propia Roma promocionando tu novela. ¿Qué se siente volviendo al lugar que has recreado en las páginas de tu libro?

Claro, imagínate. Mira, llevo explicando en las aulas Universitarias Historia de Roma desde hace años… muchos, me temo. En Roma había estado, claro, pero esta última vez fue totalmente distinto. Porque imaginaba a Fulvia y a Waldo acaramelados por las calles, a los poderosos en el Foro, o lo que cuento sobre el Anfiteatro Flavio (lo que se conoce como Coliseo), la corrupción, la vida de Dago y Eldes, en fin… fue muy emocionante. La editorial me apoya enormemente, estoy muy agradecido. Pude explicar a la prensa cómo era la Roma en crisis, a comienzos del siglo V, qué cosas iban cambiando, cómo avanzaba el poder del cristianismo, y cómo pudieron sentirse los inmigrantes. Y, desde luego, hablamos del saqueo de la ciudad en 410, que aparece en BARBARUS, y que fue algo así como el 11-S para los EEUU, por cuanto Roma sintió que era absolutamente vulnerable…

domingo, 25 de octubre de 2015

HERMINIA LUQUE NOS RESEÑA SU NOVELA "AMAR TANTA BELLEZA"

Todos los escritores, al finalizar una novela, deseamos ser el centro de atención. Anhelamos las opiniones rápidas de los lectores y la reseña positiva de los críticos que impulsen nuestra obra a ser leída por todos. Pero esto no siempre sucede. ¿Alguien se ha preguntado qué siente el novelista al finalizar su obra? ¿Cómo definiría su trabajo una vez publicado?

Este cuestionario pretende transmitir la visión del escritor. Le preguntaremos sobre su novela y le daremos la oportunidad de promocionarla y hacerse autocrítica. En definitiva, será su manera de convencernos para que leamos su novela.

HOY NOS PRESENTA SU OBRA HERMINIA LUQUE

1) Este cuestionario lo leerán muchas personas, algunas no te conocerán. Preséntate a tus nuevos lectores.

Me llamo Herminia Luque Ortiz. Nací en Granada y aquí obtuve la licenciatura en Geografía e Historia, aunque mi infancia transcurrió en un pueblo de la Alpujarra granadina. He publicado cuatro libros de narrativa (entre ellos “Al sur de la nada”) y pronto será editado otro de ensayo (“Siempre guapa. El imperativo estético en la sociedad contemporánea”).

2) ¿Cómo se llama tu nueva novela?

“Amar tanta belleza”. El título está tomado de unos versos de María de Zayas que dicen: Así pasa llorando/su bien perdido tiempo/que amar tanta belleza/gloria es que no tormento…

3) Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.

Se desarrolla en el siglo XVII, en dos momentos muy concretos, 1637 y 1653. Las protagonistas son dos escritoras de las que conservamos parte de su obra, María de Zayas y Ana Caro de Mallén, y que se conocieron personalmente. La novela comienza con un macabro descubrimiento: aparece el cadáver de una mujer emparedada, en cuyas ropas está bordada la siguiente leyenda: “Mi hermano me puso aquí”. Luego se desarrollan las peripecias de las dos protagonistas, lo que nos permite conocer algunos aspectos de la cultura y la sociedad del XVII en dos escenarios distintos, Madrid y Granada. 


4) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.

La novela fue galardonada con el Premio de Novela Málaga 2015 y ha sido editada por la Fundación José Manuel Lara, del grupo Planeta. En una edición, aparte de muy cuidada, bellísima. 

5) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.

Sí, nos encariñamos con ellos pero, como son nuestras criaturas, los queremos a todos. No sabría con cuál de las dos protagonistas- narradoras quedarme, Ana Caro de Mallén o María de Zayas. Aparte de ellas hay un conjunto de criados, cada una con su historia particular: Mari Cépalo, Elenona, Albérchigo, Zita, Esteban, Mariquilla, Quiteria, Justa…Y el gran Alonso Cano también es un personaje de la novela.

6) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?

Pues surgió documentándome para otra novela, una historia que llevaba arrastrando un tiempo y que finalmente se ha vuelto a quedar en el tintero. Pero me encontré con doña María de Zayas y la fuerza de su literatura y de su personalidad me atrapó. Y ya no la dejé escapar. 

7) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla?

Más de dos años. Pero documentarse no es una tarea ardua, a mí meresulta muy gratificante. Sobre todo porque la lectura es una actividad placentera –para mí lo mismo de placentero es leer una monografía sobre Feliciana Enríquez de Guzmán o sobre la moda e la pintura de Velázquez, que una comedia de Tirso de Molina, una novela de Luis Vélez de Guevara o el estudio de Nieves Baranda “Cortejo a lo prohibido” sobre lectoras y escritoras en la España moderna…Ah, y una manía: me tengo que comprar todos los libros que considero imprescindibles. De modo que parte las estanterías de mi estudio se ordenan por “libros”, es decir, por obras que he necesitado para escribir un libro determinado. 

8) ¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?

Una de las cosas que vi que por fin se había resuelto era la patria chica de Ana Caro, que si bien sus contemporáneos la llaman “dama sevillana” o “dama de nuestra Sevilla”, en verdad fue granadina, bautizada en la parroquia del Sagrario de Granada –cosa que ya sospechaba el erudito Manuel Serrano y Sanz.

9) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?

Eso debe decidirlo el lector. Cualquier cosa que diga la autora puede ser utilizada en su contra…

10) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella? 

Transcribo un párrafo en el cual doña Ana refiere que, años después, se entera de que la dueña de la posada en la que recala es una alcahueta, “tercera de muchas mujeres, buenas para las sábanas y pecho para muchos hombres”:

Tenía la llamada Margarita –o Margaritona, según otros- un libro de abecedario, de pliego entero, donde iba apuntando por su orden de letra todas la mujeres que querían ser gozadas, con el nombre de la calle y el número de su casa, y hasta un retrato de las mismas, con anotaciones de este jaez: “gusta mucho de lo dulce, es golosa a rabiar; al trueque del buen bocado hará cualquier cosa”, “de natural rubio, con el pelo como atardecer de octubre”, “tiene lindo pie, gasta en chinelas, zapatillos y corchos huecos más que princesa de Cariñán”, y así hasta de doscientas o trescientas, no todas izas, o sea, mujeres de la mala vida, sino también viudas de caballeros, damas de apariencia honesta –pero sólo la apariencia-, tías cuarentonas con el rosario pegado con pez a la boca , que no se le cae ni para llevarse un pedazo de pan a la boca, y hasta casadas, al lado de las que es de rigor poner “con marido pacífico” o bien “es casada con un perulero vuelto a las Indias”. O esto otro: “maridada con hombre de cortas entendederas”, si no “con esposo fácil de contentar”.



domingo, 18 de octubre de 2015

RAMÓN MUÑOZ NOS RESEÑA SU NOVELA "SEÑOR DE MADRID"

Todos los escritores, al finalizar una novela, deseamos ser el centro de atención. Anhelamos las opiniones rápidas de los lectores y la reseña positiva de los críticos que impulsen nuestra obra a ser leída por todos. Pero esto no siempre sucede. ¿Alguien se ha preguntado qué siente el novelista al finalizar su obra? ¿Cómo definiría su trabajo una vez publicado?

Este cuestionario pretende transmitir la visión del escritor. Le preguntaremos sobre su novela y le daremos la oportunidad de promocionarla y hacerse autocrítica. En definitiva, será su manera de convencernos para que leamos su novela.

HOY NOS PRESENTA SU OBRA …RAMÓN MUÑOZ

1) Este cuestionario lo leerán muchas personas, algunas no te conocerán. Preséntate a tus nuevos lectores.

Me llamo Ramón Muñoz y soy Ingeniero Técnico de Obras Públicas; en la actualidad me dedico a la Prevención de Riesgos Laborales. Como autor llevo unos cuantos años escribiendo novela histórica, después de haber hecho mis primeros pinitos literarios dentro del género fantástico.

2) ¿Cómo se llama tu nueva novela?

Mi última novela se llama Señor de Madrid y se ha publicado hace unas pocas semanas.

3) Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.

La novela se centra en la historia de León V de Armenia, último soberano del reino de la Pequeña Armenia, que tras ser destronado por los mamelucos pasó varios años recluido en El Cairo hasta que Juan I de Castilla intervino para pagar su rescate. Y no se conformó con eso, sino que además acogió a León V y le hizo generosos regalos, entre ellos el señorío de la villa de Madrid, pese a que él mismo se enfrentaba a problemas tan serios como las disputas en torno al trono castellano o las consecuencias del Cisma de Occidente.

4) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.

De momento está publicada en papel pero pronto aparecerá en formato digital, gracias en ambos casos a Ediciones Pàmies (http://www.edicionespamies.com)

5) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.

Como suele ocurrir en las novelas históricas, en esta también se da una mezcolanza de personajes reales y ficticios. Entre los primeros me gustan sobre todo León de Armenia, todo un ejemplo de caballero medieval, y ese hombre adelantado a su tiempo que fue Pero López de Ayala. Y entre los personajes ficticios, disfruté mucho contando las andanzas del trío que forman Martín, Julián y Teresa.

6) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?

La idea me llegó leyendo acerca de la historia de Madrid y encontrándome con la circunstancia de que durante unos años hubiera sido cedida a un rey extranjero. La mayoría de los libros tratan este episodio de forma muy esquemática, sin apenas entrar en  detalles, y enseguida decidí que un hecho tan llamativo se merecía un tratamiento mucho más extenso.


7) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla?

A la hora de documentarme suelo reunir una documentación básica que me permita elaborar el esqueleto de la trama y a medida que avanzo con el libro voy añadiendo lo que me hace falta. Así que en mi caso el proceso de documentación dura casi tanto como la elaboración de la novela, ya que continuamente me doy cuenta de que necesito algún dato que aún no tengo o me encuentro con algún documento que me obliga a revisar mis planteamientos iniciales.

8) ¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?

Quizás lo que más me llamó la atención, aparte del descubrimiento de que un rey de Armenia llegó a ser Señor de Madrid, fue averiguar que en aquella época la marina castellana era la más temida del Atlántico, hasta el punto de que asolaba periódicamente las costas inglesas.

9) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?

En primer lugar porque es una novela entretenida y me atrevería a decir que emocionante. No quería impartir una lección de historia que esté perfectamente documentada pero resulte aburrida. Al mismo tiempo he tratado de ser lo más riguroso posible en la recreación de la época y de los hechos que se narran en la novela, así que creo que en sus páginas se puede aprender mucho sobre la Europa de finales del siglo XIV.

10) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella? 

Podéis encontrar aquí el primer capítulo: 




miércoles, 14 de octubre de 2015

SEBASTIÁN ROA NOS RESEÑA SU NOVELA "EL EJÉRCITO DE DIOS"

Todos los escritores, al finalizar una novela, deseamos ser el centro de atención. Anhelamos las opiniones rápidas de los lectores y la reseña positiva de los críticos que impulsen nuestra obra a ser leída por todos. Pero esto no siempre sucede. ¿Alguien se ha preguntado qué siente el novelista al finalizar su obra? ¿Cómo definiría su trabajo una vez publicado?

Este cuestionario pretende transmitir la visión del escritor. Le preguntaremos sobre su novela y le daremos la oportunidad de promocionarla y hacerse autocrítica. En definitiva, será su manera de convencernos para que leamos su novela.

HOY NOS PRESENTA SU OBRA… Sebastián Roa.

1) Este cuestionario lo leerán muchas personas, algunas no te conocerán. Preséntate a tus nuevos lectores.

Soy Sebastián Roa; aragonés, valenciano, andaluz, asturiano, canario, castellano... Ya no recuerdo de dónde soy. Sí sé que tengo 47 años. Escribo desde hace diez u once, he participado en algunas antologías de relato, la última de ellas una aventura muy especial titulada Retales del pasado. Ah, y he publicado cinco novelas. 

2) ¿Cómo se llama tu nueva novela?

El ejército de Dios.

3) Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.

Es un cruce de ambiciones en medio de una lucha de supervivencia contra el fanatismo extremo. Se desarrolla en el cénit de la invasión almohade en la Península Ibérica, allá por el siglo XII. Pongo el acento en un par de problemas que se repiten en la historia y que hoy están muy de moda; también reflexiono sobre lo lejos que somos capaces de llegar en determinadas circunstancias.

4) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.

En papel y en digital. Ha sido publicada por Ediciones B (www.edicionesb.com) en febrero de 2015 y vamos por la tercera edición.

5) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.

Suelo encariñarme con las mujeres de mis novelas. En El ejército de Dios, mis amores literarios son personajes muy históricos: Leonor Plantagenet, Safiyya bint Mardánish y, sobre todo, Urraca López de Haro, una noble riojana perteneciente a una de las más poderosas familias de Castilla. Se sabe que era hermosa e intrigante. No se quedaba tejiendo tapices en un salón, vamos.


6) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?

Aunque El ejército de Dios es una novela de lectura independiente, forma parte de una trilogía temática sobre la invasión almohade. Se trata de un proyecto que inicié en 2009 con La loba de al-Ándalus, y en principio surgió como un deseo de explorar un personaje real pero poco conocido de nuestra historia: el rey Lobo. Una cosa llevó a la otra y mira tú la ensalada que he preparado.

7) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla?

Mis periodos de documentación base son de seis meses, aunque no dejo de complementar información durante todo el proceso de escritura. Este es un caso atípico porque llevo trabajando seis años sobre la misma época, y aún me quedan otros dos por lo menos.

8) ¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?

Las razones, totalmente documentadas, que el rey Fernando II dio a Urraca de Haro —aún no era su esposa— para favorecerla por encima de todos sus súbditos. «Por los buenos servicios que me prestaste en la cama», le dijo. La anécdota viene después, cuando algún crítico me ha reprochado que la pinte como la mayor prostituta del reino de León en el siglo XII. Ejem...

9) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?

Porque habla de la vida. De pasiones humanas tan vigentes hoy como hace ochocientos años; de errores que no pueden repetirse y de personajes que no deben olvidarse. 

10) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella? 

Verano de 1174. Sevilla

El joven Yaqub levantó la piedra y la sopesó. Ni muy grande ni muy pequeña, tal como le había aconsejado su tío Abú Hafs. Debía caber bien entre los dedos y volar ligera. Tomó aire e intentó aplacar el temblor que dominaba su mano. No podía mostrar miedo, y mucho menos repugnancia. Se obligó a mirar a los condenados.

Allí estaban, de espaldas a la cerca de madera que habían levantado para la ocasión. Hombro con hombro, musitando en silencio sus últimas plegarias. Ambos lloraban. Yaqub se volvió a su derecha y vio el gesto firme de su tío, que ahora alzaba los brazos para acallar los insultos del gentío.

—¡Estos dos hombres han sido condenados, fieles sevillanos! ¡Ambos han sido hallados culpables del nefando vicio de la fornicación!

Una nueva oleada de gritos se levantó. Invertidos, los llamaban. Sodomitas. Yaqub observó a los reos. Parecían no oír nada que no fueran sus propias plegarias. Ni siquiera trataban de huir aunque no estaban atados. Claro que tampoco habrían llegado muy lejos.

—¿Dónde está el príncipe de los creyentes?

La pregunta había surgido de la muchedumbre. Abú Hafs, visir omnipotente del imperio almohade y hermano del califa, apretó los labios. Exigió silencio con un nuevo ademán.

—¡Nuestro señor no ha podido asistir, como es su obligación…, pues otros asuntos lo mantienen ocupado! ¡Pero heme aquí yo, su gran visir. Y sobre todo —señaló al joven Yaqub—, he aquí su primogénito! ¡Y por encima del propio príncipe de los creyentes, he aquí la voluntad de Dios, el Único —el índice de Abú Hafs apuntó al cielo—, que nos ordena cortar de raíz el germen de la maldad! ¡Esos dos hombres fueron sorprendidos pecando contra natura, y los testigos son dignos de crédito! ¡Cumplamos ya la voluntad de quien ordena lo permitido y censura lo prohibido!

El visir omnipotente volvió la cabeza hacia su sobrino y asintió. Yaqub tragó saliva. Como representante del califa, a él le correspondía lanzar la primera piedra. Su tío le había aleccionado. Le había dicho que no podía vacilar. Que todos los ojos estarían puestos sobre él. Su brazo se estiró hacia atrás y el gentío aguantó la respiración. El nudo creció en la garganta de Yaqub. «Son pecadores —se dijo—. Sodomitas. Merecen morir.»

No pudo evitarlo. Imaginó a los dos condenados juntos, a escondidas. Antes de ser sorprendidos en pleno fornicio. Desnudos, apretados, sudorosos. Tal vez felices. Se suponía que eso debía repugnarle, pero no ocurría así. El sentimiento de confusión superó al de culpa.

—Hazlo ya —susurró el visir omnipotente.

Yaqub cerró los ojos y su brazo se agitó como un látigo. No quiso ver si acertaba. Le dio igual a pesar de todo. La piedra voló y chocó frente a él. Al momento, decenas de ropajes crujieron conforme sus dueños imitaban al primogénito del califa almohade. El gran cadí, los testigos del juicio, su tío Abú Hafs y un amplio conjunto de almohades y andalusíes que se habían ofrecido para participar en la ejecución. El aire se llenó de silbidos, de impactos, de gemidos sordos.

domingo, 11 de octubre de 2015

MESA DE LEÓN VUELVE A GRANADA

Un artículo de Francisco Gil Craviotto

En octubre de 1904 Mesa de León está de nuevo en Granada. Un periódico, El Noticiero Granadino, reclama su presencia. Y de nuevo él y toda su familia -esposa y cuatro hijos-, hicieron las maletas y levantaron casa. Su incorporación al Noticiero, primero como redactor jefe y luego como director, coincidió con el fallecimiento de Francisco Seco de Lucena -la joven promesa del periodismo granadino-, que Juan Pedro había conocido niño, antes de marcharse de Granada, por lo que Mesa de León tuvo el triste privilegio de iniciar esta nueva andadura con un sentido artículo al amigo difunto. Este fue su inicio en la prensa granadina tras una ausencia de dieciséis años. Durante ese tiempo de separación, tanto Juan Pedro como Granada han cambiado. Él, lejos de su iconoclasta republicanismo de sus años mozos, es ahora un hombre en el ecuador de la vida, casado y padre de cuatro hijos que, a su prestigio ganado al frente de periódicos de categoría nacional, une su larga experiencia del mundo y de los hombres. La ciudad también ha cambiado. Ha crecido su población, que ya se aproxima a los ochenta mil habitantes. Casi la mitad de su superficie se hallaba esos días patas arriba: las grandes oligarquías de la época, súbitamente enriquecidas con el cultivo del tabaco y de la remolacha, pero tan insensible a todo cuanto significase monumentalidad y arte, habían decidido que Granada tuviese una Gran Vía, como ya la tenían otras ciudades más populosas. Poco importa si, para conseguirlo, había que arrasar casas y palacios cargados de historia y de arte. Otra novedad que encuentra Mesa de León son los tranvías eléctricos. La primera línea va de Plaza nueva a Paseo del Salón. 



La prensa también había sufrido trasformaciones. De todos los periódicos que Mesa de León se dejó en Granada el día que se marchó a Madrid, sólo quedaban en pie dos: La Publicidad, y El Defensor de Granada. Todos los otros habían perecido en medio de la lucha de unos sectores políticos contra otros. El día que Mesa de León entra como redactor jefe en el Noticiero granadino había en nuestra ciudad cuatro periódicos: El Defensor de Granada, La Publicidad, Noticiero Granadino y El Triunfo. ¡Cuatro periódicos para una población que no llegaba los ochenta mil habitantes, de los cuales más de la mitad son analfabetos! A pesar de su juventud, Noticiero granadino es uno de los mejores periódicos de la ciudad, quizás el mejor de todos. En su redacción se forjaron periodistas tan reputados como Enrique Fajardo (“Fabián Vidal”), Mora Guarnido, Acosta Medina o Constantino Ruiz Carnero. En medio de las noticias que día a día van llegando, el 3 de marzo de 1906 aparece una que tuvo que producir gran impacto en Juan Pedro: fallecimiento en Madrid de Romero Robledo. Sabemos que se le rindieron honores de capitán general. Pero el dios Cronos sigue devorando días. Surgen de nuevo las polémicas con El Defensor, que llegaron a su cúspide cuando Seco de Lucena decidió vender su periódico al “trust” de la prensa. El artículo que le dedica Mesa de León, “El “trust” en Granada: compraventa de un colega”, no puede ser más revelador. Surge mientras tanto, auspiciado por el arzobispado, un nuevo periódico, Gaceta del Sur (sustituye al denostado El Triunfo) y Mesa de León, que ya ha pasado a director de Noticiero Granadino, tiene que hacer frente a un nuevo adversario.


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El gran acontecimiento periodístico de esos años fue la creación de la Asociación de Periodistas. El artífice de tal milagro fue Mesa de León. Con la entrada del nuevo siglo, los periodistas españoles, comenzaron a agruparse y a exigir de las empresas de las que dependían, unas mejoras salariales y condiciones de trabajo que éstas no estaban dispuestas a conceder. En Granada la idea de la Asociación de periodistas comenzó a tomar cuerpo con el retorno de Mesa de León, que se convirtió en impulsor de la misma. Tras muchos dimes y diretes, el 27 de diciembre del año 1908 la Asociación de Periodistas quedó constituida. Su primer presidente fue Mesa de León. Su objetivo era la “protección mutua de los asociados, en el orden moral y material”. Para esto, a más de médico y farmacia, ponía al alcance de los periodistas un abogado, dispuesto a defender a todo asociado que tuviese necesidad. Seco de Lucena, que a más de periodista también era accionista del “trust”, se mantuvo al margen de tal asociación y, azuzado desde Madrid por Miguel Moya, hizo cuanto estuvo en sus manos para aniquilarla. No consiguió su propósito durante la presidencia de Mesa de León; pero, cuando Mesa presentó su dimisión, porque pasó a dirigir La Independencia de Almería, Seco aprovechó el momento para dar al traste con la asociación y meses después crear él la suya: Asociación de la Prensa. Esto produjo un duro enfrentamiento con el nuevo presidente, Francisco de Paula Valladar, que estuvo a punto de terminar en duelo.


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A Mesa de León lo tenemos ahora en Almería. Comenzó a dirigir La Independencia el día 1 de junio de 1909 y cesó en su puesto a finales de enero de 1915. Fueron, pues, casi seis años llenos de actividad. Cuando Juan Pedro llega a Almería había en la ciudad cuatro periódicos: La Crónica Meridional, El Regional, el Radical y La Independencia. Si en Granada cuatro periódicos eran demasiados, ¿qué decir de Almería, una ciudad que no llegaba a los cincuenta mil habitantes y cuyo índice de analfabetismo rondaba el 50%? La Independencia, fundada por el prestigioso farmacéutico Juan Vivas Pérez, era un periódico de información general, pero con un acusado matiz católico. 

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Cuando el 26 de febrero de aquel memorable 1915, Mesa de León regresa a Granada, entre las varias novedades que se encontró, figura la Asociación de la Prensa, creada por Seco de Lucena a su imagen y semejanza. No tiene la ambición social de la desaparecida Asociación de Periodistas, pero más vale conservarla que nada y, aunque en el momento de su creación Mesa de León se encontraba ausente, es aceptado como miembro fundador.

El 10 de mayo de 1915 Mesa de León carga sobre sus espaldas la responsabilidad de dirigir Gaceta del Sur, periódico clerical, auspiciado por el arzobispado. De los casi diez años que Mesa de León estuvo al frente del periódico, la primera etapa corresponden a la época del arzobispo Meseguer y los dos últimos a la de su sucesor, Vicente Casanova. En el período Meseguer actúa como hombre clave su sobrino, Luís López-Dóriga Meseguer (Oviedo 1885-México, 1962) que, a través de Mesa de León, supo infundir al periódico su espíritu progresista en abierta pugna con el caciquismo local. Ambos hombres sintonizaron muy bien y el periódico se convirtió en el flagelo del caciquismo y los políticos corruptos. Mesa de León, siguió su política de abrir las páginas de la Gaceta a todo el mundo, sin más exigencia que la calidad, lo que le permitió contar con colaboradores tan prestigiosos como Francisco de Paula Valladar, Marino Antequera, incluso alguna vez Federico García Lorca. Con la llegada del nuevo arzobispo este idílico panorama se truncó de repente: cayó López-Dóriga y Mesa de León, vivió sus dos últimos años con la espada de Damocles sobre su cabeza. Así continuó hasta que el 15 de enero de 1925 recibe un oficio del arzobispado en el que se le comunica su cese. ¿Razones de tal cese? Ninguna. ¿Indemnización y jubilación? Cero.


*

Mesa de León, a partir de ahora, va a dedicar su tiempo a su familia y a la Asociación de la Prensa. En las elecciones del 25 de enero de 1925 sale Seco de Lucena presidente y Mesa de León vicepresidente, pero el primero de mayo de ese mismo año, Seco de Lucena presenta la dimisión. Mesa de León se convierte en presidente en funciones. Ya sólo le queda convocar elecciones. Salió elegido presidente, con lo cual todos los problemas que le habían llevado a Seco a dimitir, cayeron sobre él. Con todo, en el poco tiempo que se mantuvo en la presidencia, intervino en tres acontecimientos importantes: el agasajo al tenor Fleta, la inauguración del monumento a Francisco de Paula Valladar y el homenaje al desaparecido Ramón Maurell. Tanto Seco de Lucena como Mesa de León tenían suficientemente acreditada su profesionalidad y dedicación a la Asociación de la Prensa. Ésta reconoció en su día los méritos de uno y otro otorgándoles el nombramiento de presidentes de honor. 


Mesa de León, cada vez más delicado y desengañado, se fue recluyendo en sí mismo y en su familia. Al fin, tras penosa enfermedad, el 14 de diciembre de 1937, mientras España, en plena guerra civil, vivía los días más tristes de toda su historia, falleció en Granada Juan Pedro Mesa de León. Su muerte no produjo todo el impacto ni la atención que hubiese tenido en tiempos de paz. ¿Qué importaba un muerto más en una ciudad que había visto morir -y no precisamente de muerte natural-, a lo mejor de su intelectualidad y juventud? 

Francisco Gil Craviotto, biógrafo y escritor. Autor de "Mesa de León, un periodista entre dos siglos".

miércoles, 7 de octubre de 2015

NEREA RIESCO NOS RESEÑA SU NOVELA "LAS PUERTAS DEL PARAÍSO"

Todos los escritores, al finalizar una novela, deseamos ser el centro de atención. Anhelamos las opiniones rápidas de los lectores y la reseña positiva de los críticos que impulsen nuestra obra a ser leída por todos. Pero esto no siempre sucede. ¿Alguien se ha preguntado qué siente el novelista al finalizar su obra? ¿Cómo definiría su trabajo una vez publicado?

Este cuestionario pretende transmitir la visión del escritor. Le preguntaremos sobre su novela y le daremos la oportunidad de promocionarla y hacerse autocrítica. En definitiva, será su manera de convencernos para que leamos su novela.

HOY NOS PRESENTA SU OBRA Nerea Riesco

1) Este cuestionario lo leerán muchas personas, algunas no te conocerán. Preséntate a tus nuevos lectores. 

Nerea Riesco, licenciada en periodismo, escritora, locutora de radio, eterna doctoranda… en resumen, comunicadora.

2) ¿Cómo se llama tu nueva novela? 

Las puertas del paraíso.

3) Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.

Trata de la historia de un hombre y una mujer que se amaron por encima de credos y fronteras en una época (finales del siglo XV) marcada por la intolerancia y el afán de conquista. Un momento en el que el cristianismo avanza implacable contra los llamados infieles, dispuesto a reconquistar Granada. Es entonces cuando aparece Yago, el joven músico ciego que acompaña a la corte de los Reyes Católicos. La captura del rey Boabdil supondrá un cambio importante en la vida del muchacho. Al lado del Sultán de Granada, Yago descubre la existencia de otro mundo más allá de las fronteras del reino cristiano y toma la decisión de refugiarse allí, en los sensuales jardines del harén, abiertos para él debido a su condición de invidente donde conoce a Nur, la rebelde y bella hermana de Boabdil. Entre ambos surge una atracción incontrolable, arrolladora e incomprendida por todos, pero destinada a perdurar por encima del odio que enfrenta a ambos pueblos.

Con esta novela pretendí recrear las contradicciones de una guerra en la que se mataba en nombre de Dios. Demostrar que el amor posee más fuerza que el odio o la venganza, y es la única llave capaz de abrir las puertas del auténtico paraíso. 

4) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.

En ambos formatos. Edito desde hace años mis novelas de género histórico con Grijalbo. http://www.megustaleer.com/search.php?texto=Nerea+Riesco


5) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.

Yago es uno de los protagonistas. Ciego, pobre y sin madre, es un niño que nace condenado a no pasar a la historia. Sin embargo él se resiste a ello y aprende a tocar el laúd. De esa manera se convierte en juglar de la corte de los Reyes Católicos, y más tarde tocará el laúd en el harén de la Alhambra de Boabdil. Yago compone los romances que han llegado hasta nuestros días y que van resumiendo la historia de este periodo de tiempo excepcional. En realidad Yago es un periodista del siglo XV. 

También está Nur, una mujer rebelde, emocional, apasionada… me inspiré en Wallada, la princesa andalusí del siglo XI que escribía poemas eróticos para leérselos a otras mujeres. 

En cuanto a Boabdil, iba a aparecer en un segundo plano en la novela pero a lo largo del proceso de documentación me fui enamorando de él. Me pareció la antítesis perfecta a Yago que, por sus circunstancias vitales, había nacido para pasar de puntillas… pero él no quería pasar inadvertido. En cambio Boabdil nació para que su nombre figurase por siempre en los libros de historia y leyendo muchos libros sobre su biografía, me dio la impresión de que hubiera preferido pasar desapercibido. 

6) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?

Es curioso porque puede parecer que la idea germinal nada tenga que ver con el resultado final de la novela. Surge de un viaje a Italia. En Florencia quedé maravillada con “La puerta del paraíso” de Ghiberti, tanto que decidí que tenía que escribir algo sobre ella. En el resultado final es sólo un telón de fondo pero…

7) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla?

En concreto esta novela es la que más tiempo, trabajo y dedicación ha exigido de mí. He tardado en construirla cuatro años en los cuales me he empapado del periodo histórico. Y no sólo de aquello que aparece en los libros de historia, también de esas circunstancias ocultas que me resulta delicioso rescatar. Mi intención es plasmar el momento, no desde el punto de vista de los grandes gobernantes, sino desde la perspectiva de un ser a todas luces insignificante: un joven juglar ciego.

8) ¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?

Precisamente ese tipo de circunstancias que no son conocidas. Como ejemplo diré que los Reyes Católicos sufrieron un atentado contra sus vidas mientras asediaban Málaga.

9) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?

Porque plasma un momento histórico único. Un periodo de diez años en los que cambia por completo la historia (desde 1482 a 1492). Se pasa de la Edad Media a la Edad Moderna. Es en ese momento cuando una mujer, la reina Isabel la Católica, se convierte en una pieza fundamental en el tablero de ajedrez del momento. Unos años en los que se cambia la forma de guerrear. En los que un marinero tozudo se empeña en atravesar el océano para alcanzar un Nuevo Mundo. En los que se expulsa a musulmanes y judíos de la península, cambiando así el destino de la humanidad…

10) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella? 

Cuando el músico llegó, Nur le tomó de la mano y le guío por el laberinto de los jardines del Generalife, mientras le exigía que fuese describiendo sus percepciones. Lo arrastró a un rincón remoto, atravesando arrayanes, más allá de los castaños de indias y los granados, justo al final del muro donde la flor de la glicinia inundaba el ambiente de un intenso perfume. Yago se quedó quieto, con sus ojos de laguna fijos en el infinito. Nur, de forma instintiva, se colocó delante de ellos y los miró a fondo, esperando alguna respuesta, algún brillo que denotase que la veía, una señal… pero eso no sucedió. Agarró las manos del músico y las llevó hasta sus costados y ella misma acercó sus propias manos a la cintura del muchacho, sintiendo cómo se estremecía. Le pareció conmovedor.

-Tienes que describirme todo lo que sientes. Todo. Antes de que te operen y el sentido de la vista elimine de ti la capacidad de ponerle palabras a las sensaciones. ¿Podrás hacerlo? -le preguntó como si se tratase de una cuestión de vida o muerte.

-Intentaré estar a la altura de lo que esperáis de mí. Estoy a vuestros pies. Haré lo que vos me pidáis, señora -susurró con la voz entrecortada, moviendo de forma casi imperceptible las yemas de los dedos.

Nur acercó su cara a la del muchacho. Entreabrió los labios y comenzó a respirar, dejando que el aire entrará y saliera de su boca, acariciando a Yago.

-Siento vuestra respiración -musitó el muchacho-. La reconozco de otras ocasiones porque huele como a clavo y limón. Es cálida y algo acuosa.

-¿Acuosa?

-Líquida, fluida, jugosa… apetece beberla -aclaró.

Nur se humedeció los labios con la lengua y se acercó un poco más, hasta que sus bocas se rozaron. Yago lanzó un pequeño suspiro, pero continuó hablando. Podía sentir como su aliento rebotaba en la boca de su amada.

-La temperatura de vuestros labios es tibia, como la leche recién ordeñada. Y son suaves, como seda. Si yo fuese rey y mis deseos pudieran hacerse realidad, exigiría dormir envuelto en una seda que semejase la textura de vuestros labios.

Entonces ella se acercó un poco más. Introdujo sus manos por debajo de la camisa, y posó con delicadeza las yemas de los dedos en la cintura. Tenía la piel caliente, fina, firme. Recorrió con una suavidad casi imperceptible el contorno de sus costillas, apreciando cómo la respiración del muchacho se aceleraba.

-¿Tienes miedo? -le susurró ella, sin apartarse.

Él no respondió, tenía la garganta seca. Sentía las caricias como pequeñas agujas arañándole la piel, obligándole a abrir más la boca y aspirar más fuerte. Deseaba bebérsela realmente, anhelándola ansioso. Entonces ella sacó su lengua y lamió, como un cachorro agradecido los labios de Yago, con cadencia lenta y pausada.

-No te quedes callado ¿qué sientes? 

-Es carnosa… terciopelo húmedo…

Ella introdujo su lengua dentro de la boca de Yago y entre jadeos le increpaba para que siguiera hablando.

-Miel diluida con un toque de sal… -musitó el muchacho.

-Ahora tú -demandó ella-. Haz lo mismo conmigo. 

Yago obedeció. Sacó su lengua para recorrer el contorno de la boca de Nur. La recorrió remolón, un recorrido que se alargó más de un minuto y que terminó por resbalar entre los dientes de la muchacha. Entonces ella le atrapó, succionándole despacio, jugando con la lengua, escuchando como él anhelaba el aire con suspiros entrecortados. 

-Y ahora ¿qué sientes?

-Mi cuerpo quiere estar dentro de vos.

-Eres muy osado. Eso no es una descripción -bromeó jadeante.

-Quizás -se lamentó él- si pudiera mover mis manos sobre la piel de vuestra cintura, podría llenarme de más sensaciones… explicarme mejor.

Que Yago tomara parte activa en ese juego de acatamiento en el que ella había marcado las reglas, provocó un pellizco en su vientre. Siempre controladora, dominante, enérgica, sintió de pronto el imperante deseo de que él se entrometiera en su cuerpo. Quería ser absorbida, respirada, engullida, darse por vencida, quedarse quieta a la merced de Yago. Que la disfrutara, la explorara, la palpara por fuera y por dentro para poder así llevarlo en su interior para la eternidad, cómo si en sus entrañas existiese un enorme vacío incapaz de llenarse con algo distinto a las esencias de aquel laudista ciego. Extendió la mano para atrapar el rostro de Yago, sintiendo en el pulgar y el índice la firmeza de la mandíbula, y en el meñique el palpitar acelerado de las venas del cuello. Ser consciente del deseo que su cuerpo provocaba en el muchacho la encendió aún más. Cerró los ojos y posó, sin cortapisas, su boca abierta sobre la de él. Aspiró el aire que Yago intentaba introducir en sus pulmones, saboreó su saliva, rebañó codiciosa la comisura de sus labios porque, a esas alturas, tenía la garganta seca por la angustia de la pasión no consumada.

viernes, 2 de octubre de 2015

MESA DE LEÓN EN MADRID, SAN SEBASTIÁN, BARCELONA Y ALICANTE.

Artículo de Francisco Gil Craviotto.


Cuando Juan Pedro llega a la Villa y Corte, aunque la capital de España ya había comenzado su imparable desarrollo, todavía era una ciudad que en cierta manera se podía abarcar, si no con la mano, sí con la mirada. Su centro neurálgico es la Puerta del Sol, muy transformada en los últimos años. Antonio Flores, testigo de la época, la describe en su libro Ayer, hoy y mañana como "La tierra de Jauja, donde, como dicen las gentes, se come, se bebe y no se trabaja". Pío Baroja, en su libro La dama errante, nos retrata así el Madrid de la Restauración y la Regencia:

“Madrid entonces era un pueblo raro, distinto a los demás: uno de los pocos pueblos románticos de Europa, un pueblo en donde un hombre, sólo por ser gracioso, podía vivir.(…) 

La distracción nocturna de los madrileños, aparte de las casas de placer, es el teatro y la zarzuela. El teatro es el lugar en donde, aprovechando los entreactos, se hace política. Continúa la alternancia en el poder de los dos grandes partidos de aquellos años: conservadores y liberales, o lo que es igual Cánovas – Sagasta; Sagasta - Cánovas. Para los otros partidos, incluido el reformista, sólo quedan las migajas del pastel; y para los que se niegan a aceptar la monarquía, como los republicanos de Ruíz Zorrilla, ni siquiera las migajas. Respecto a las grandes masas campesinas y obreras lo mismo les da Cánovas que Sagasta: sus miras van hacia el incipiente partido socialista o el más radical anarquismo. La presidencia del Gobierno está en manos de Sagasta. Una presidencia que había provocado las iras de Romero Robledo y la escisión del partido reformista de las filas conservadoras.

Periódicos había muchos en aquellos años. Nada menos que 41 diarios y 135 revistas semanales. Como podían existir tantos en un país en el que aproximadamente la mitad de la población era analfabeta es uno de los misterios de la época. Uno de estos 41 periódicos, El Diario Español, de larga historia y rancio abolengo, es el foro y faro en el que nuestro protagonista hará sus primeras armas. Sin embargo, su primera visita, con toda seguridad, no fue al periódico, sino para su prima Josefina, bella, discreta y huérfana de padre y madre, que vivía con su tía, a su vez viuda y sin hijos. Muy pronto entre primo y prima surgió el amor que terminaría en boda. 

El Diario Español, el periódico en el que Mesa de León ha entrado como redactor y del que muy pronto será director, era en aquellos años uno de los más viejos de Madrid, pues su nacimiento data del año 1852. Hombres y periódicos en aquella época eran menos longevos que lo son ahora. El Diario Español había sido fundado por don Manuel Rancés, y don Juan Alvarez de Lorenzana y por él habían pasado plumas tan significativas como las de sus dos fundadores, las de Julio Nombela, Antonio Flores, Ríos Rosas, los hermanos López Roberts y un largo etc. Durante el reinado de Isabel II El Diario Español había pertenecido a la oposición; pero, a partir de la Restauración, debido a la ruptura de Francisco Romero Robledo con Cánovas, quedó del lado de los reformistas. 

Julio Nombela, que formó parte de la plantilla, dice que "El Diario Español" era un periódico batallador; batallador lo fue también en la época en que Juan Pedro Mesa de León entró a formar parte de la plantilla. Ejemplo de esta prensa comprometida es el artículo titulado Flor de un día, publicado el 21 de febrero de 1888; aunque sólo está firmado con las iniciales M de L, el estilo delata a su autor.

Sin embargo, la estancia en la villa y corte fue breve: en febrero del 89 -el año del "dengue-, Romero Robledo decide el traslado y el 1º de marzo de ese mismo año, Juan Pedro Mesa de León está de nuevo en el tren. Ahora su estación de destino es San Sebastián.

*

San Sebastián era en esa época la ciudad a la moda de España. Muy pronto, al turismo extranjero vino a sumarse otro eminentemente nacional: el de la corte y el gobierno, con todos sus funcionarios y allegados El turismo trajo dinero y el dinero, prosperidad y bienestar, pero también corrupción y caciquismo. Dentro de aquel entramado caciquil tuvo una importancia muy especial Fermín Machimbarrena, así como su hermano José, alcalde de San Sebastián de 1885 a 1887 y, posteriormente, presidente de la Diputación de dicha ciudad. A ellos hay que añadir un tercer hermano, Ramón Machimbarrena que ejercía de hombre de acción y coacción de la familia. En torno a esta cúpula caciquil se movían toda una serie de figuras de segunda y tercera fila, que configuran la oligarquía de la ciudad. 


Desde el primer momento Juan Pedro intentó infundirle al periódico su espíritu combativo. Sus artículos muy pronto encontraron eco y respuesta en los otros periódicos, así como en el entramado poder caciquil. Unos y otros en seguida empezaron a plantarle cara al "director andaluz", como ya empezaban a llamarle amigos y enemigos. Uno de los primeros en enseñar los dientes fue el periódico del Partido Liberal, La Unión Liberal, dirigido por Joaquín Dicenta, que el 22 de mayo escribió un artículo ofensivo contra El Guipuzcoano. Mesa de León optó por enviarle dos padrinos pidiendo explicaciones; Dicenta se negó a darlas y el asunto terminó en duelo a pistola que se efectuó en las proximidades de Hendaya. "Efectuose el duelo en la playa de Ondarraitz, cerca de Hendaya, y, por fortuna, sin consecuencias lamentables.", informa él en una carta a Josefina. La prensa del día siguiente corrobora la misma versión. 


¿Será suficiente este incidente para que el nuevo director comprenda y cesen sus dardos contra el Poder? No, en modo alguno. Sólo han pasado tres meses (el duelo tuvo lugar el 25 de mayo del 89) cuando otro artículo de su pluma vuelve a levantar polvaredas.. 

La respuesta de los interesados no se hizo esperar: al día siguiente (el 27 de agosto de 1889) el cacique y sus adláteres, seguros de que tenían en sus manos a jueces y fiscales, denunciaron el artículo. Romero Robledo se ofreció a ejercer de abogado defensor. No hubo necesidad: la denuncia cayó en el pozo sin fondo de un decreto de indulto. Esta lucha contra el caciquismo actuó de publicidad y las ventas del Guipuzcoano aumentaron inmediatamente. ¿Qué hacer?, se preguntaron de nuevo los caciques. No, otro duelo no. El caciquismo local, optó por el matón con llave inglesa en la mano que espera a su víctima detrás de unos árboles...

Al día siguiente llovieron las protestas contra el clan caciquil. Muy pronto la noticia cruza la frontera y algunos periódicos franceses, como Le Courrier de Bayonne, se unen a ella. 

Al cabo de un mes volvió la calma. Con la llegada del nuevo año -1890- las cosas comenzaron a ir bastante mejor para Juan Pedro. En junio del 91 tiene lugar la boda con su prima Josefina -iglesia de San Ginés- y, poco después, su ascenso a director de El Diario Español. Todo empezaba a ir viento en popa para él y sin embargo...

*

Nunca sabremos lo que ocurrió, pero lo cierto es que en el año 92 Mesa de León rompe con Romero Robledo, cesa su actividad periodística y se marcha de Madrid. ¿Qué ha ocurrido? En la documentación familiar no hay la menor alusión a este acontecimiento. Todo quemado o destruido. Todo perdido para la posteridad. Lo único que está claro es que, poco después del fallecimiento de la tía de Josefina, él y su esposa deciden abandonar definitivamente Madrid. Ahora, Barcelona es la ciudad elegida como nuevo lugar de residencia. La joven pareja tuvo su domicilio en el Paseo de Gracia y, posteriormente, en la Rambla de Cataluña. 

Cuando Juan Pedro y Josefina llegan a Barcelona es la época de los grandes cambios urbanísticos. Desaparecen barrios enteros y nacen otros nuevos. 

En aquel entonces Barcelona era la segunda ciudad de España en publicaciones periódicas: nada menos que 22 diarios y 65 semanarios. El más antiguo de todos ellos era el Diario de Barcelona. Paralelamente fue surgiendo la prensa semanal. Así, en 1896 apareció el semanario Barcelona Cómica. Poco antes, fundada y dirigida por Tomás Orts-Ramos, había hecho su aparición La Semana Cómica. En ella haría Mesa de León sus primeras armas como cronista de teatro en Barcelona.

Mesa de León soñaba con dedicarse a la gran vocación de su vida: escribir teatro. El llamado "género chico" se hallaba en su mejor momento y él, en cuanto se vio libre de sus obligaciones periodísticas, dedicó su pluma al género chico. De toda esta producción, sólo ha llegado hasta nosotros una obra, Tribulaciones de un novio o la portera en acecho, pero sabemos que escribió por lo menos otras tres más. Tribulaciones de un novio o la portera en acecho, con música del maestro Celestino Sadurní, se estrenó en el Teatro Gran Vía el 14 de julio de 1894. El estreno fue un gran éxito. Así, el Diario de Barcelona, en su edición de la tarde del miércoles 18 de julio de 1894, nos ofrece el siguiente comentario:
“Las tribulaciones de un novio o la portera en acecho" es aplaudida todas las noches por el numeroso público que concurre a dicho teatro.(…) 

También había comenzado a colaborar en la revista Semana Cómica. Sus colaboraciones, unas veces las firmó con su nombre y otras con el seudónimo K-bal. 
En 1894 Juan Pedro llega a Alicante para dirigir el periódico La Monarquía. Alicante era una ciudad tipo medio -alrededor de los cincuenta mil habitantes-, que había sufrido bastante durante todo el siglo XIX. A pesar de su precariedad y del enorme freno que suponía el analfabetismo, Alicante, a través de todo el siglo XIX, dio a luz varios periódicos. Uno de estos periódicos fue La Monarquía, diario "liberal-conservador", que, auspiciado por el marqués del Bosch, Mesa de León empezó a dirigir en 1894. Se mantuvo en el cargo todo el tiempo que el periódico fue propiedad del aristócrata alicantino; cuando, debido a los vaivenes de la política, pasó a manos de Juan Poveda, Mesa de León dijo adiós a La Monarquía. 


Presentó la dimisión, pero no se marchó de Alicante. Allí continuó la familia Mesa hasta 1902. Los ocho años que Juan Pedro Mesa de León estuvo en Alicante no se limitó a dirigir el periódico que le habían encomendado, sino que, hombre inquieto y muy de su tiempo, procuró integrarse en la vida alicantina. Fruto de ese deseo de integración, así como de su gusto por el deporte y los inventos del siglo, fue su vinculación al Club Velocipédico de Alicante del que muy pronto llegaría a ser presidente. Desde este puesto de la Unión Velocipédica Española en Alicante, organizó carreras, concursos y premios; incluso, en cierta ocasión en que había muerto un ciclista, tuvo el extraño honor de presidir, a petición de la familia del difunto, el duelo. 

Francisco Gil Craviotto.

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JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA

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