jueves, 31 de octubre de 2013

JAVIER NEGRETE CONTESTA A NUESTRA ENTREVISTA PARA AUTORES

CUESTIÓN DE ESCRIBIR NOVELA HISTÓRICA. HOY CONTESTA... JAVIER NEGRETE




         1.- Preséntate tú mismo a tus lectores.
Javier Negrete, nacido en Madrid en… Vaya, ¿por qué demonios hay que decir la edad en las solapas de los libros? Bueno, da igual: nací en 1964, en la que creo que fue una buena cosecha. (Supongo que todos pensamos lo mismo de nuestra promoción, ¿no?). Estudié Filología Clásica en la Complutense, en 1988 me convertí en profesor de Griego y desde 1991 trabajo en el IES Gabriel y Galán de Plasencia, donde vivo; aunque siempre con medio pie puesto en Madrid, donde están mi familia y tengo bastantes amigos.
Mi lista de libros ya es algo larga, así que por no aburrir mencionaré que he escrito fantasía, como La saga de Tramórea (La Espada de Fuego es el primer libro de la serie y El corazón de Tramórea el cuarto y último), ciencia ficción como La mirada de las Furias, novela juvenil, erótica (fue una breve incursión con Amada de los dioses, en La Sonrisa Vertical).
Mi primer experimento en novela histórica fue Alejandro Magno y las águilas de Roma, una ucronía en la que hago luchar a Alejandro contra las legiones. Más propiamente históricas son Salamina y La hija del Nilo, ambas con Espasa. También he escrito ensayo histórico para La Esfera: La gran aventura de los griegos, Roma victoriosa y Roma invicta. Quien quiera comprobar hasta qué punto me apasionan los griegos y romanos puede mirar aquí: http://www.youtube.com/watch?v=1tb_evvEc94.
           
2.- ¿Cuándo escribiste tu primera historia?
Cuando tenía diez años. Fue precisamente una novela histórica, una de romanos. O más bien de hispanos que luchaban contra los romanos. Sin pretenderlo yo, por falta de conocimientos y documentación se convirtió más bien en una ucronía, una historia paralela :) Tenía dibujos (muy sangrientos) y cierta longitud. Diría que impresa se habría ido a las 250 páginas.
Por supuesto, está escondida, y escondida seguirá. Cuando me muera, haré que la quemen conmigo, a ser posible en un barco vikingo…
           
3.- ¿Cómo recuerdas los comienzos de tu profesión de escritor?
Vacilantes. No es que en la colección Nova de ciencia ficción se hiciera demasiada promoción, y por otra parte en aquella época le dedicaba mucho tiempo a traducir videojuegos. Era escritor a rachas, en cierto modo, y eso me frustraba un poco. Después, cuando publiqué La Espada de Fuego en 2003 con Minotauro todo cambió, y desde ese momento me atreví a decir que era de verdad escritor.

4.- ¿Has podido, en algún momento de tu vida, vivir de la escritura?
Hubo un año en que hice el experimento pidiendo una licencia no remunerada. En aquel momento pude, aunque tal como están las cosas ahora con la crisis y la piratería lo vería muy complicado. Prefiero tener el colchón de mi trabajo como profesor, aunque sea a costa de disponer de menos tiempo y concentración.

5.- ¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído?
Me resulta difícil acordarme. Estaban los de Julio Verne de la colección de Bruguera, en los que empezaba leyéndome los dibujos y a veces me leía el resto del texto. Quizá el primer libro sin “dibujos” que leí fue Ella, de H. Rider Haggard, pero no estoy muy seguro. Tendría siete años. Por cierto, me fascinó, como me pasó con Las minas del rey Salomón.

6.- La inspiración siempre es esquiva, o no. ¿Tienes algún método o rutina para que no falte a la hora de escribir?
Soy poco metódico. Debería serlo más. Las ideas más generales, las escenas, los personajes…, me suelen venir a la cabeza dando paseos, corriendo mientras oigo música, en bici, incluso conduciendo. Cuando ya estoy muy enfrascado en la redacción de la novela y me atranco un poco, suelo tumbarme a oscuras y cierro los ojos. En esa especie de duermevela previo al sueño las ideas se desbocan, se sueltan y crean conexiones inesperadas. Cuanto más absurdas parezcan, más me interesan.
           
7.- Reseña, sin humildad, tus libros mejor escritos.
¡Pero es que soy muy humilde! Bueno, creo que con El espíritu del mago conseguí manejar una trama muy complicada con muchos personajes sin que las bolas de malabarista se me cayeran al suelo. Y en Salamina pude darle un tono épico a la lucha entre los griegos y los persas sin convertir a éstos en una caricatura, como se ha hecho en más de una ocasión, y tratando de usar un tono realista. Sobre todo, creo que me salió un personaje bastante conseguido con Temístocles.
Tú me lo has pedido. Ya me he alabado a mí mismo, pese a lo que dicen Los intereses creados, “Que en uno mismo la modestia es necedad y la alabanza locura”. Las pegas que las pongan otros…

 8.- ¿A qué personaje de tus novelas te gustaría dar vida?
No sé. Supongo que a Kratos, de la saga de Tramórea, porque la parte del cráneo rapado ya la llevo adelantada :)

9.- ¿Crees que el negocio editorial va por buen camino?
No sé por qué camino va, la verdad. De momento esto es un desastre para editores, libreros y escritores. Siempre ha sido difícil ganarse la vida con los libros, pero se podía hacer más o menos. Partiendo de tener vocación por ellos, ya que en ninguna de esas profesiones, ni siquiera en la de editor, era fácil “forrarse”.
Pero ahora todo se tambalea, y no sé si para cambiar de paradigma o para convertirse en una ruina. Lo último que me quedaba por oír es lo del nuevo género, los “pornodinosaurios”… En fin, como me dijo hace poco una editora, esto es cada vez más un negocio de trileros.

10.- ¿Cómo compatibilizas tu vocación con tu vida particular?
Hay épocas en las que no hay demasiados problemas, pero la situación se complica cuando se acerca el plazo de entrega y prácticamente no hago otra cosa que aporrear el teclado sentado al ordenador. En general, paso muchísimo tiempo delante de la pantalla, así que las tendinitis varias y los dolores de espalda no tienen secretos para mí. Lo bueno es que el trabajo de mi mujer como traductora se parece al mío en muchos aspectos (de hecho, yo he trabajado más de una vez como traductor), así que lo llevamos bien.
           
11.- ¿Cuál es tu peor manía a la hora de escribir?
Bueno, eso habría que preguntárselo a mi mujer, que es la que me sufre. Cuando estoy concentrado no me gusta demasiado que me interrumpan y suelo contestar con gruñidos guturales. Aunque sé que no soy de los escritores más bordes en ese sentido.

12.- Indícanos un autor predilecto anterior al s. XX que te haya convencido como lector y como escritor.
Homero… o quien compuso la Odisea, sea cual sea su verdadero nombre. La estructura de la Odisea me sigue maravillando: la forma de despertar nuestro interés por Ulises haciendo que los demás hablen de él sin presentárnoslo directamente; ese flashback en la isla de los feacios en que nos cuenta sus aventuras más fantásticas; y, sobre todo, el clímax largamente anticipado de la venganza contra los pretendientes.

13.- ¿Ebook o en papel?
Me gusta tener libros en papel, aunque últimamente he tenido que desprenderme de muchos por falta de sitio. El ebook me resulta muy cómodo para anotar, hacer búsquedas, para leer en la cama o incluso en la cinta de andar del gimnasio… Si la gente comprara libros con él ya sería perfecto.

14.- ¿Qué relación te une con Granada?
Mi madre y su familia son de Órgiva, y pasaron mucho tiempo en Granada (que en mi familia siempre se ha dicho Granáa, con las vocales muy cerradas). Me fascina su mezcla de ciudad monumental, el paisaje de Sierra Nevada al fondo… y sus vinos y sus tapas.

15.- ¿Qué te traes, actualmente, entre manos?
Si todo va bien, mi próxima novela publicada será El último viaje de Alejandro Magno, continuación de Alejandro Magno y las águilas de Roma. Eso sí, no prometo que no vaya a cambiar el título…

16.- Recomienda un libro para este verano.
Bueno, ya entra el otoño, pero… Uno de mis libros favoritos, El lazo de púrpura de Alejandro Núñez Alonso. Ambientado en el Imperio romano en época de Tiberio, y digo en el Imperio porque su personaje, el inolvidable Benasur de Judea (tan complejo, admirable y despreciable al mismo tiempo como el Don Draper de Mad Men) lo recorre de cabo a rabo.

 
17.- ¿Qué es para ti la novela histórica?
Lo mismo que la novela fantástica o la de aventuras en general: una ventana abierta para viajar a otros mundos y conocer personajes más grandes que la vida. Como lector… y como escritor.


18.- ¿Existe algún libro que no te hayas atrevido a leer? ¿Puedes decirnos cuál y por qué?
¿Algún libro? Unos cuantos, la verdad. El Ulises, por ejemplo, porque por muy genial que fuera Joyce no creo que el esfuerzo me vaya a compensar (otra cosa son sus relatos, como Los muertos).
Eso en cuanto a gran literatura. Hoy día hay muchísimas cosas que no pienso leer, y creo que el número irá en aumento. Siempre ha habido obras de poca calidad que se han convertido en best-sellers, pero lo que está ocurriendo ahora es excesivo. Ya he comentado lo de los pornodinosaurios, sin ir más lejos. Menos mal que ya hay suficientes buenos libros escritos para ocupar muuuuchas vidas.

19.- ¿A qué escritor te gustaría que enviáramos este cuestionario?
A León Arsenal. Gran amigo, gran escritor. En sí mismo es un personaje tan fascinante como los que aparecen en sus novelas.

domingo, 27 de octubre de 2013

PEDRO DIEGO GIL LÓPEZ RESEÑA SU NOVELA "EL PERGAMINO DE SHAMAT"


Todos los escritores, al finalizar una novela, deseamos ser el centro de atención. Anhelamos las opiniones rápidas de los lectores y la reseña positiva de los críticos que impulsen nuestra obra a ser leída por todos. Pero esto no siempre sucede. ¿Alguien se ha preguntado qué siente el novelista al finalizar su obra? ¿Cómo definiría su trabajo una vez publicado?

Este cuestionario pretende transmitir la visión del escritor. Le preguntaremos sobre su novela y le daremos la oportunidad de promocionarla y hacerse autocrítica. En definitiva, será su manera de convencernos para que leamos su novela.

HOY NOS PRESENTA SU OBRA PEDRO DIEGO GIL LÓPEZ

1) Este cuestionario lo leerán muchas personas, algunas no te conocerán. Preséntate a tus nuevos lectores.

Hola, me llamo Pedro Diego Gil López, nací en Cieza (Murcia) (1961). El pasado abril presenté mi primera novela histórica. Anteriormente me he dedicado al relato y a la novela corta. Para mi escribir es una necesidad del pensamiento, una forma de recapacitar ampliando los deseos. En cuanto al concepto histórico, no sé cuando empecé a considerar que leer la historia es afirmar el presente, y escribir sobre hechos del pasado, contando los sucesos de una trama, es abrir la puerta a otra dimensión, para hacer posible un verdadero viaje en el tiempo. 

2) ¿Cómo se llama tu nueva novela?

“El pergamino de Shamat”. Quisiera aclarar que shamat, en árabe, significa el rey ha muerto, o sea jaque mate, empleado en el juego del ajedrez para alzarse con la victoria. 

3) Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.

Un pergamino con tres problemas de ajedrez puede tener la clave para salvar el reino Nazarí de Granada. Su poseedor, un médico judío, instruye a un joven en una villa del reino de Murcia, llamado Diego. Hace de él un incipiente maestro de ajedrez, con el fin de que sea el custodio de los problemas.

Todo se precipita cuando un ejército granadino ataca la villa. Uno de sus objetivos es encontrar el pergamino. Torturan al médico judío sin conseguir nada, solo averiguan que lo entregó a alguien desconocido. 

El joven Diego es hecho cautivo y llevado a Granada. Allí es forzado a los peores trabajos de esclavo. Consigue librarse de la muerte gracias a su forma de jugar al ajedrez. La habilidad que muestra en el juego lo alza a la fama. Pronto es conocido con el nombre de Shamat. Hasta que, los consejeros de Muley Hacen, relacionan su habilidad ajedrecística con su procedencia, para pensar que puede saber algo sobre el pergamino. La intervención premeditada de Soraya, la favorita del Sultán, logra que se salve de la tortura. La señora de la Alhambra, con su deslumbrante influencia, consigue que Diego confiese la posesión del pergamino, con la promesa de concederle la libertad, junto a su amada, una mora que vivía junto a la villa a orillas del río Segura, y que su padre cedió al Sultán. Se suceden las intrigas en los fastuosos palacios de la Alhambra, mientras todo se complica. La guerra entre el reino nazarí y los reinos cristianos está muy avanzada. Todas las predicciones auguraban la ruina del reino. Muley Hacen se ve abocado a una guerra total contra el Rey Católico. Y la empresa del pergamino, podría lograr la paz y salvar el jardín granadino. El secreto que encierran los problemas de ajedrez promete la reconciliación entre las tres religiones monoteístas que rigen el mundo.

4) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.

Publicada en papel por la editorial Atlantis www.edicionesatlantis.com

5) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.

Los personajes que salen en mi novela son muy variados. Desde el médico judío hasta el obispo Hernando, me quedo con Baasin, un mago árabe y con el Hijo del Sillero, un adalid rebelde, incluyendo la vieja Usla, una daifa desahuciada que ayuda a disparar la trama. La novela recrea constantes alusiones a la hermosa Zafira, la protagonista, fiel al amor de su vida, o sea, a Diego, el hábil jugador de ajedrez, protagonista de la novela y custodio del pergamino.

6) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?

La imaginación me permitió crear esta historia inspirado en el rico patrimonio arqueológico que tiene Cieza, con la medina musulmana de Siyasa, cuyas ruinas perduraron sin cambios desde su abandono en el siglo XIII. Luego, un trabajo razonable y constante enriqueció poco a poco la obra hasta darle la forma definitiva. 

7) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla?

En mi caso, la búsqueda de documentación fue constante, y a través de los cinco años que he tardado en acabar la obra, fui recopilando datos a la vez que escribía. Conforme aumentaba el trabajo crecía la necesidad de documentarme, y la trama misma de la novela fue sumergiéndose en los hechos históricos capítulo a capítulo, inspirándome a la vez. 

8) ¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?

A parte de mi asombro por la Alhambra, la difusión que tuvo el ajedrez en la época con la incorporación de la Dama, o Reina, al juego, con las normas que permitieron dilatar en el tiempo su práctica hasta nuestros días. 

Recientemente se descubrió que fue en un pueblo de Valencia, con el poema de Escacs d,amor, que apareció entre 1475 y 1477, (Fecha está última que coincide con el año del ataque nazarí a la villa de Cieza, en el Reino de Murcia), donde se deja constancia del uso de la Dama, como un eco del creciente poder de la mujer, de cara al Renacimiento. Escacs d'amor habría sido escrito por tres poetas de la época: Francesc de Castellví, Narcís Vinyoles y Bernat Fenollar, este último considerado un auténtico factotum de la actividad cultural de la Valencia del final del siglo XV.

9) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?

Porqué ensalza la convivencia entre personas de distinta religión, y también, porqué ensalza a la mujer y su poder benefactor, y por describir personajes que representaron un mundo único, donde la riqueza de ideas y propósitos agrandaban los lugares, convirtiéndolos en grandes monumentos del tiempo. 

10) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella? 

Zafira se había enterado de mi regreso. Largos eran los tentáculos que se deslizaban desde la Alhambra por todo Granada y la posición de las mujeres del sultán era privilegiada. Mi mora pudo hacerme llegar sus palabras, escritas con suma delicadeza sobre fino papel, para levantar el ayuno de mi alegría. Empezaba hablándome con dureza, que el trazo de su letra lo vi yo recio en demasía, sin alargamientos. Mas luego sus palabras se deslizaban con suavidad sobre letras aladas como garzas y, con sencillez, empezaron los renglones a formar manadas de gacelas para decirme: “Si piensas en mí, siente el deseo que sufro por verte, de mi mano a la tuya, alívialo pronto”. Signos alárabes que hacían fluir las palabras plenas de significados en el río caudaloso de mi pensamiento. Eran aquellos bellos garabatos el lenguaje fresco de mi mora, eufonía de una voz que cubría la distancia con el verbo, atravesando los muros y las paredes que se interponían inútilmente entre nosotros. Rizados tallos que se extendían por el papel, enredadas zarzas cuajadas de espinas, pardos rizomas de orozuz, verdes pámpanos de la vid. Leyendo llegué a sus reproches, que eran una larga manada de asnos abrevando en un río de letras: “Eres un insensato, torpe cristiano. ¡Qué mal me has hecho, abandonándome!”. La tinta, perfumada con la esencia de romero, resbalaba al escribir mi nombre destrozado y con finas líneas atravesaba el papel hacia esa libertad que ambos deseábamos; que no estábamos atados con grilletes ni con cadenas, entre sólidos muros soterrados; era peor así, por estar ambos con el corazón entre hierros invisibles, las ideas amuralladas entre aquellas altísimas torres de la Alhambra. Mucho peor era gozar de movimientos, ver la luz del día, las estrellas en la noche, y no poder alcanzar a la amada. “Deseo tanto verte”, me decía, dibujando con aquellas letras aguadas el alborozo de las aves del paraíso. Su caligrafía seguía creando significados, corría desembocando en un pálpito de ruegos, mezclándose los sinsabores que el tiempo había mediado hasta aquel delicado momento; finísimo hilo del que estirar y guiarse, y volver a su boca, con mis labios libres en los suyos. No había mayor galardón.

jueves, 24 de octubre de 2013

PEDRO SANTAMARÍA CONTESTA A NUESTRA ENTREVISTA PARA AUTORES

CUESTIÓN DE ESCRIBIR NOVELA HISTÓRICA. HOY CONTESTA... PEDRO SANTAMARÍA





1.- Preséntate tú mismo a tus lectores.
         Me llamo Pedro Santamaría, soy de Santander, nací en mayo de 1975, me gusta la cerveza y la historia.

2.- ¿Cuándo escribiste tu primera historia?
         Aparte de los típicos trabajos para el colegio, a eso de los dieciséis años empecé a escribir una historia que trataba sobre un manicomio de diecisiete plantas (una por comunidad autónoma). El proyecto se quedó en cuatro hojas marranas de cuaderno que andan en algún rincón de la casa de mis padres. Lo que es la primera historia la escribí entre los años 2009 y 2010 y esa historia se ha convertido en mi primera novela: Okela.

3.- ¿Cómo recuerdas los comienzos de tu profesión de escritor?
Todo empezó una mañana de mayo, en 2009. Cada verano suelo plantearme un reto y ese verano escribiría una novela. Así se lo dije a mi mujer tomando el café. Días después era mi cumpleaños y ella, que sabe lo burro que soy, me sorprendió con un regalo al efecto: un portátil de esos canijos que te puedes llevar a todas partes. La nota decía “Ya solo te falta escribirla”. Así que me puse a ello, aquella misma noche, en la cama. Ya se sabe: enciendes el ordenador, le das al Word y aparece una página en blanco. Dos minutos de observación. Luego otros cinco. Escribes un “1” que centras en la pantalla. Lo observas. Te quedas pasmado. Le das al “enter” una vez. Luego al tabulador y miras el reloj. Han pasado veinte minutos. Y te preguntas ¿Qué digo? ¿Cómo lo digo? Creo que la respuesta salió de las entrañas: “Tú empieza. A ver qué pasa”. Y entonces tecleé la primera frase de mi primera novela. Curiosamente, creo que esa frase es la única que no he leído y releído veinte veces para cambiarla. De todos modos, debo aclarar, que tampoco es que me considere un escritor con todas las letras. Soy autor de un par de novelas. Eso es todo.

4.- ¿Has podido, en algún momento de tu vida, vivir de la escritura?
No. Y además no creo que pueda llegar a decir eso nunca. Me gusta este camino que ha tomado mi vida y pienso seguirlo a ver hasta dónde conduce. Me encantaría poder vivir de esto aunque fuese modestamente. Pero me da la sensación de que no será posible. Muchos son los llamados y pocos los elegidos.

5.- ¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído?
El recuerdo más antiguo que tengo pasando páginas se remonta a un libro de mitología griega para niños, con las aventuras de Heracles, Jasón, Odiseo…

6.- La inspiración siempre es esquiva, o no. ¿Tienes algún método o rutina para que no falte a la hora de escribir?
Me gusta escribir bien temprano por la mañana o muy tarde por la noche. A veces la una y la otra se juntan. Y a veces he estado pegado al teclado doce o catorce horas seguidas durante días, como fue el caso cuando escribí “El Águila y la Lambda”. Algo que no puede faltar es el paquete de tabaco. Fumo como un carretero cuando escribo. No sé si esto entra dentro de “método” o de “rutina”. Escribir y fumar: dos caminos hacia la eternidad.
           
7.- Reseña, sin humildad, tus libros mejor escritos.
Difícil me lo pones. Sólo he escrito dos. Pero vamos allá. Tú lo has querido. 



“Okela” es una intensa novela de aventuras basada en un mito que relata el griego Estrabón en su “Geográfica”. Este mito viene a decir que los cántabros descienden de los espartanos. Okela es, básicamente, una Eneida a la cántabra. Es un mito fundacional escrito en el S.XXI. La prosa es fluida y cuidada. Está plagada de batallas fabulosamente narradas, historias de amor que harían replantearse su vida a Antonio Gala y escenas de sexo que sonrojarían al mismísimo señor Grey. Bueno, igual me he pasado un poco.



“El Águila y la Lambda” es, sencillamente, un torbellino de acción. En ella podemos vivir una época poco tratada en la novela histórica: la primera guerra púnica. No toda, pero sí un año. El que, para mí, resulta más evocador de los veinticuatro que duró aquel conflicto. Es la historia del primer desembarco romano en África, a cargo del cónsul Marco Atilio Régulo y está basada en los relatos del historiador Polibio. La novela se cuenta desde cuatro puntos de vista que se van intercalando. Dos de los personajes son históricos: el cónsul Régulo y Jantipo, un mercenario espartano al servicio de Cartago. Los otros dos son personajes ficticios: una cortesana cartaginesa y un legionario romano. Amor, humor, honor, traición, batallas y algo de sexo. Y, lo mejor, todo en poco más de trescientas páginas con sus esquemas y mapas.

8.- ¿A qué personaje de tus novelas te gustaría dar vida?
Pues, la verdad, me gustaría quedar a tomar una cerveza con todos ellos a la vez. Con el honorable Régulo, los indómitos Okela y Jantipo, el borrachín y disoluto Bíbulo y, cómo no, con la atractivísima e irresistible cortesana Arishat.

9.- ¿Crees que el negocio editorial va por buen camino?
Lamento no poder opinar. Muy a mi pesar no conozco el negocio editorial. Al fin y al cabo mis novelas llevan en el mercado dos años escasos así que, como quien dice, acabo de llegar al mundillo.

10.- ¿Cómo compatibilizas tu vocación con tu vida particular?
Con cierta dificultad. Generalmente robándole horas al sueño y no encendiendo la televisión. Aunque también es cierto que muchas veces tengo que quitarle horas a mi pequeña familia. Por fortuna mi mujer es comprensiva con esto de aporrear el teclado durante horas y, aunque sé que le gustaría pasar más tiempo conmigo, suele animarme en mis encierros literarios, tanto cuando las musas andan pesadas, como cuando ve que llevo una semana sin escribir una letra.
           
11.- ¿Cuál es tu peor manía a la hora de escribir?
Fumar, sin duda. Habrá que ir pensando en dejarlo, digo yo.

12.- Indícanos un autor predilecto anterior al s. XX que te haya convencido como lector y como escritor.
Homero. La literatura occidental sería incomprensible sin su obra.

13.- ¿Ebook o en papel?
Me quedo con el papel. En lo que a libros se refiere soy un fetichista. Me gusta tenerlos físicamente, verlos amontonados, marcarlos, subrayar frases que me gustan, apuntar una opinión en el margen. Es más, actualmente me encuentro en un serio proceso de “destecnologización”. Me da la sensación, y estoy un poco harto, de que todo cambie tan rápidamente sin aportar demasiado.

14.- ¿Qué relación te une con Granada?
Una imperdonable cita pendiente con ella.

15.- ¿Qué te traes, actualmente, entre manos?
Estoy escribiendo una novela que, al igual que “Okela” y “El Águila y la Lambda”, me hubiera gustado leer. La acción transcurre en Cantabria durante la tardo-antigüedad. El imperio romano ha caído hace ya un siglo y medio y los cántabros, independientes, se han de enfrentar al poder de los godos.

16.- Recomienda un libro para este verano.
Si me permites voy a recomendar dos. Las dos novelas que más he disfrutado en años y que me han hecho replantearme si realmente esto de escribir es lo mío. Por un lado “El error azul” de Javier Lorenzo, alta literatura palabra a palabra, frase a frase. Una novela para leer con calma y paladear. Es de los pocos libros con los que he echado una lágrima. Por otro “Pan y Circo” de Yeyo Balbás una novela histórica que roza la excelencia por su rigor, su mensaje, sus tramas y sus personajes y porque, cuando acabas de leerla, te persigue.



17.- ¿Qué es para ti la novela histórica?
Una contradicción en términos con sentido. Verdad y ficción dándose la mano. Por un lado la novela es un relato nacido de la imaginación que el autor debe cargar de aparente realidad para poder sumergir al lector en un mundo netamente ficticio. La historia, por el contrario, pretende dilucidar la verdad acerca de los tiempos pasados basándose en pruebas. ¿Y cómo se dan la mano? En la novela histórica: la historia pone los hechos y el novelista pone los personajes.

18.- ¿Qué te has dejado en el tintero?
Una pluma repleta de historias que habrá que ir exprimiendo.

19.- ¿Existe algún libro que no te hayas atrevido a leer? ¿Puedes decirnos cuál y por qué?
El “Ulises” de James Joyce. Fui a la librería y pregunté por él. Mi librera habitual me advirtió: “Empezar esto es como dejar de fumar”. Confío en ella ciegamente. Desde entonces tengo pavor a ese libro. Algún día lo leeré. Algún día.

20.- ¿A qué escritor te gustaría que enviáramos este cuestionario?
A Ramón Muñoz, autor de “La Tierra Dividida” y “El Brillo de las Lanzas”.

domingo, 20 de octubre de 2013

UN PASEO POR MIL AÑOS DE CULTURA ANDALUSÍ (JESÚS CANO HENARES)


Era fiesta nacional, 12 de octubre, hacía un día de esos inigualables de octubre, y, sobre todo, resultaba una propuesta interesante y el blog de las Jornadas de Novela Histórica de Granada quiso visitarlo para hacer una pequeña crónica para sus lectores. 

Y la conclusión que sacamos es que ese museo ambulante que es la Alcaicería del Milenio del Reino de Granada resultó todo un éxito en la capital del antiguo sultanato, tal que lo había sido anteriormente en otras ciudades asociadas a este evento, como Jaén y Almería. Se celebraba dentro de los actos para conmemorar la fundación de la ciudad de Granada, su conversión de poblachón agrícola a corte real allá por 1013 más o menos) por obra y gracia de los Bereberes Ziríes. 

Pero este acontecimiento, afortunadamente, no trataba de guerras ni de dinastías sino de mercaderes, músicos, artesanos o poetas, personas que, con su esfuerzo y buen hacer, en verdad, forjaron antes el día a día de al Andalus que sus gobernantes, a menudo corruptos (la cosa no ha cambiado demasiado en estos mil años). Para la ocasión, la vieja Alcaicería (surgida al principio del Emirato nazarí, destruida por un incendio en 1843 y resurgida como fénix algo después) estaba más constreñida que nunca, abarrotadas las plazas que la circundan por decenas de tenderetes entre los que destacaban los talleres tienda donde plateros, caldereros, herreros, alabarderos y hasta un cantero, todos ataviados con turbantes, mostraban su buen hacer al público. Entre los puestos de comida despuntaba la genuina repostería morisca y las tiendas de ropa, los perfumistas o los joyeros nos recordaban que la Alcaicería fue, ante todo, un mercado de productos de lujo. En medio del bullicio surgían pequeños escenarios para degustar también lo mejor de la cultura andalusí. A saber, música para sibaritas tocada con instrumentos árabes que después dieron lugar al instrumentario occidental; poemas repletos de metáforas nacidas en el desierto y recitadas por contadores de historias o un guiñol para los pequeños con la historia de Alfonso X el Sabio pero también el guerrero pues, lo mismo que acogía sabios árabes y judíos, hacía la guerra santa contra el Islam. La exposición de aves de cetrería, presencia espectacular, recordaba la afición de las clases nobles por este técnica cinegética. Y en los diversos pasacalles hacían acto de presencia lo mismo músicos y titiriteros que el mismísimo rey Zawi ben Zirí, fundador de la primera dinastía granadina. 



En fin, toda una fiesta alrededor de la vida cotidiana de al Andalus que resultó bien entendida y acogida por el público y que podría repetirse y ampliarse en años próximos. Este reportero echó en falta alguna alusión a los judíos sefardíes, parte importantísima de la cultura andalusí, donde fueron avisados mercaderes o destacados médicos (que también los había alrededor de los mercados). Y también a la ciencia andalusí, impulsada muchas veces por el comercio, binomio que tantos y tan buenos frutos proporcionó no ya sólo al Andalus sino a toda la cultura universal. También se podría haber montado un puesto relacionado directamente con los libros y la lengua árabe, seña de identidad del Islam, y con su bellísima epigrafía. Asimismo, se echó de menos algún apartado relativo a las relaciones entre los estados cristianos y musulmanes de la época. Pese a que sólo recordemos las guerras y la famosa reconquista, en los ocho siglos de poder islámico en la Península los periodos de paz fueron más y mayores que los de guerra entre ambas cultura y propiciaron antes el entendimiento por razones de vecindad que el enfrentamiento por mor de las diferencias religiosas.

Jesús Cano Henares

JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA

JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA

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