HOY NOS PRESENTA SU OBRA: Mustapha Busfeha García
1) Este cuestionario lo leerán muchas personas, algunas no te conocerán. Preséntate a tus nuevos lectores.
Me llamo Mustapha Busfeha García. Nací en Larache (Marruecos) en 1945, de padre marroquí y madre granadina. Estudié Ciencias Políticas y Económicas en la Complutense de Madrid, especialidad: Relaciones Internacionales y Derecho diplomático. Así mismo cursé estudios de Ciencias Sociales en la Pontificia de Salamanca.
En paralelo a mi vida profesional (no vocacional) que se desarrolló en el sector bancario y financiero, he colaborado en varias publicaciones de carácter cultural y formé parte del equipo de redacción de “Les guides bleus” (Editorial Hachette, Paris) para el volumen: “Marruecos”, en su parte histórica. Pronuncié también diversas conferencias sobre todo de carácter histórico. Una vez alcanzada la jubilación (jubilatio=alegría, júbilo, gozo) tuve el tiempo suficiente para dedicarme a lo que más me gusta en esta vida: la investigación y la historia. Fruto de ello nace esta novela que es mi primera incursión en el campo de la narrativa.
2) ¿Cómo se llama tu nueva novela?
“La casa del cobertizo”
3) Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.
Los dos temas centrales sobre los que gira toda la narración son el amor y la amistad entre personas de distintas creencias en una sociedad vencida que agoniza y lucha, frente al vencedor, aferrándose a sus principios como tabla de salvación para no perecer. Frente a las religiones, que dividen a los hombres, surgen esos dos valores que hermanan a todos los seres. En definitiva, es un canto al amor y a la amistad en unos momentos muy convulsos de la historia de España.
La acción de la novela comienza un día antes de la entrega o toma de Granada y finaliza con el traslado del cadáver de la reina Isabel hacia su sepultura en Granada.
Lo que modestamente he pretendido transmitir en ella es la igualdad de todos los seres humanos más allá de sus creencias, su lengua, o sus costumbres. El triunfo del amor sobre todo aquello que pretende dividir al género humano. “Todos los seres humanos son iguales como los dientes de un peine” diría el profeta Mohamed; mi admirado Mohamed Chakor en: “La vigencia del mensaje de Ibn Arabí” no podría definir mejor lo que pretendo hacer llegar en la novela: “Ni oriente ni occidente, ni norte ni sur, antes que nada, la Humanidad, solo la Humanidad, una e indivisible”
4) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.
La novela la ha publicado la Editorial “ALHULIA” en su colección : Crisálida, narrativa. Existe en ambos formatos (papel, y en versión e-book que se puede encontrar en: “El corte inglés” “La Casa del Libro” y en Amazon.es Amazon .fr y Amazon.uk
www.alhulia.es
5) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.
Como es proverbial, el género de la novela histórica suele mezclar personajes reales con aquellos nacidos de la imaginación del escritor. A lo largo de la narración encontraremos personajes históricos como son: Isaac Hamón ,médico hebreo de la corte nazarí; Abu Abdellah Mohamed Ben Ali,último rey de nazarí; Fray Hernando de Talavera ,primer obispo de Granada; Gonzalo Fernández de Córdoba (El Gran Capitán), Cristóbal Colón; Fray Germán Falcón y Fray José Reyes (frailes franciscanos ,personas reales que existieron en el siglo XX en Marruecos con los que me unió una gran amistad y que me he permitido la licencia de trasladar a los siglos XV y XVI) , el no aún cardenal Cisneros es otro de los personajes intervinientes y algunos más que omito por no alargarme.
En cuanto a los personajes fruto de la invención, citaré a: Omar Al Araichi, patriarca de las familia Araichi que luego se convertirán en los Benomar; sus hijos, en especial Mariam (protagonista de la novela), la Dada Aicha (el haya de todos los hijos de Omar), Alonso Roelas (protagonista y capitán del ejército de Gonzalo Fernández de Córdoba) y algunos más.
Mis preferidos, pues no podría citar a uno solo, serían la protagonista Mariam, la entrañable Dada Aicha, y El Gran Capitán, del que indagué algo más sobre el aspecto humano del gran personaje.
6) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?
Quizás he olvidado mencionar a la “gran protagonista” de mi novela que no es otra que “la casa del cobertizo”. Esta casa existe realmente. Es una construcción nazarí (que no morisca) del siglo XIV y se encuentra situada en un adarve, de los pocos que ya quedan en Granada, en el nº 4 de la calle Cobertizo de Santa Inés (en la Carrera del Darro-Paseo de los Tristes).Gentilmente, sus actuales propietarios el arquitecto D. Carlos Sánchez y su esposa Dña. María Jesús Candenas, me abrieron sus puertas y allí surgió el flechazo. Tan solo unos momentos bastaron para que quedara prendado de ella y a la salida prometí que escribiría algo sobre ese maravilloso lugar. Así simplemente nació la idea.
7) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla?
La novela podrá o no gustar, pero lo que sí puedo asegurar es que he trabajado arduamente en una labor de estudio y recopilación de datos que duró 4 años por lo que creo haber edificado sobre unos cimientos sólidos.
8) ¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?
Es indudable que durante labor de investigación se encuentran multitud de hechos que te eran completamente desconocidos y que llaman tu atención. Uno de ellos fue, por ejemplo, saber que el papel moneda lo “creó” por primera vez en España y en Europa el conde de Tendilla. Ocurrió que durante el cerco de Alhama de Granada quedáronse las arcas vacías y el conde no pudo pagar ni las soldadas ni el abastecimiento de las mismas por lo que se le vino la idea de recortar trozos de papel, parecido al de los naipes, sobre el que estampó su sello y firma y el valor atribuido a cada papel. Por demás, hizo publicar un bando en el que ordenaba taxativamente a todos los comerciantes y habitantes de Alhama a que aceptasen ese papel como si fuera dinero contante y sonante amenazando con grandes castigos a los que ignorasen el bando.
Por otra parte pude constatar, con gran sorpresa por mi parte, que el contenido de una de las grandes joyas de la poesía mística española como es el “Soneto a Cristo crucificado” ya se había escrito por la mística Rabia Al Adawiyya ¡siete siglos antes!
Contaba Qanazi´i,famoso jurisconsulto andaluz en la corte de Hicham II, que en un viaje que hizo a Egipto, quedándose sin dinero y no teniendo otra cosa que comer más que unos pocos de altramuces, comenzó a comerlos y a arrojar las cáscaras diciendo: ¿Habrá hoy en Egipto, alguien en peor situación que yo? “Pero apenas levanté la cabeza vi a un hombre que recogía y comía las cáscaras que yo arrojaba” Esto fue relatado 600 años antes de que Pedro Calderón de la Barca escribiera aquello de: “Cuentan de un sabio que un día…”
9) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?
Desde Plinio a Cervantes muchos autores han comentado que: “No hay libro por malo que sea que no tenga algo bueno”. Espero no ser la excepción y que los que se dignen leerme encuentren en el libro ese algo bueno. Me he esforzado en escribir una novela que pueda ser leída por todos los públicos y todas las edades, donde se realzan aquellos valores que hacen que el hombre pueda reconciliarse consigo mismo. Vale la pena leerla aunque solo fuera por conocer más en detalle qué ocurrió en aquellos primeros tiempos que siguieron al fin del reino de Granada. Pasearemos por la guerra de Granada, la expulsión de los judíos, el levantamiento del Albaicín y la primera guerra de las Alpujarras, viajaremos con Colón y asistiremos a las campañas de Nápoles. Por poco que sea nos toparemos con algo que no conocíamos. Yo creo que eso sería suficiente para motivar al lector.
10) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella?
…y acudieron a abrir la portezuela, el grito de alegría de Moraima resonó en todo el patio, seguido después por los clamores y yuyuis de las mujeres.
Moraima sin preocuparse de su indumentaria se lanzó escaleras abajo; cuando llegó a la plaza, Boabdil, rodilla en tierra abrazaba a sus hijos. La dulce reina exhausta, cayó
de hinojos besando, abrazando y acariciando a los pequeños.
Cortesanos, servidores, guardas y demás habitantes de la alcazaba, hombres y mujeres de Laujar que llenaban el lugar, no pudieron contener las lágrimas.
Alonso Roelas quedó admirado, era muy bella Moraima, sus ojos, tal cual los habían descrito muchos escritores y poetas, hermosos, grandes, negros, dulces y expresivos; alta de estatura, rostro armonioso, no muy delgada y de «opulentos contornos» como decían esos mismos poetas.
Contemplando a Moraima, el capitán no pudo dejar de compararla con Mariam; su amada era tan bella como la reina, algo más baja quizá, pero con una mata de negrísimos y sedosos cabellos que llegaban hasta su cintura.
Pero a pesar de su exultante belleza, Alonso se dio cuenta de que la esposa de Boabdil estaba enferma; al menos-pensó- hoy es uno de esos pocos días felices que adornan su triste destino.
Tenía quince años cuando Moraima Bent Ali Al Attar se casó con Abu Abdallah Muhammad Ben Ali, él tenía diecisiete años y era el hijo del rey Muley Hacen. Ambos estaban enamorados, pero poco los dejaron disfrutar de su amor, Boabdil fue encarcelado por su padre, ella tuvo que
retirarse sola a un carmen que el rey le asignó cerca de Dar al Baida, en la cuesta del Arrabal de Al Baida. Luego vinieron las luchas, el desasosiego, el temor y Lucena; en Lucena perdió Moraima a su padre, pero también perdió, en cierta manera a su marido, que fue hecho prisionero, y encarcelado de nuevo, esta vez en Porcuna. Para volver a ver a su marido, tuvo que acceder al secuestro de sus hijos por los reyes cristianos, y los volvió a perder cuando cayó
Granada. Sufrió en silencio, y amó en silencio, ése podría ser el resumen de la vida de la última reina de Granada.
Tan absorto estaba en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que Boabdil estaba a su lado dirigiéndole la palabra.
–Capitán Alonso Roelas, sed bienvenido a mi humilde morada.
¿Cómo es posible que aún se acuerde de mi nombre?, pensaba el militar.
–Os daría todo lo que poseo por el momento de felicidad que hoy nos habéis procurado. Os daría todo…menos mi mujer, y a mis hijos –dijo riendo de buena ganaBoabdil.
– ¡Alteza! –se limitó a decir inclinándose ante el antiguo monarca.
–Entrad, entrad, os lo ruego, descansad un poco, ya he encargado a mis gentes que se ocupen de vuestros hombres.
Boabdil condujo al visitante a una pequeña saleta profusamente decorada y amueblada. Al estar la sala alfombrada con exquisitos tapices, Alonso, conocedor de las
costumbres hispano-musulmanas, se descalzó.
–Como veis, no es la Alhambra, pero nos sentimos dichosos aquí, lejos de la política, de las guerras, y de las ambiciones.
Tengo todo el tiempo del mundo para dedicarme a aquello que más me gusta: la lectura sobre todo y después mis jardines y la caza. Mi esposa y yo disfrutamos como nunca lo hicimos antes, y ahora ¿qué os voy a decir? si sois vos el que habéis colmado nuestra felicidad al traernos a
nuestros hijos. ¡Decid qué más puede desear un hombre!
–Y sin embargo se rumorea, alteza, que os estáis preparando para partir al Maghreb.
–Ya lo sé, Capitán, y por desgracia esos rumores no sólo lo extienden los vuestros, sino hasta aquellos que se dicen amigos y servidores del trono. Pero si os parece, continuaremos hablando de éste y otros temas durante la comida, que os ruego aceptéis; por otra parte me rendiréis un gran servicio, porque así me podré librar al menos sea durante un buen rato de esos «amigos» y «servidores» a los que antes me refería. Les tendré que dar una gran fiesta por la liberación de mis hijos, pero eso será otro día.
Durante la comida, truchas con almendras, perdices en escabeche y cabrito aderezado con ajos, vinagre, laurel, pan, tomillo y pimienta, Boabdil continuó con su conversación:
–¿Creéis, capitán Roelas, que es la magnanimidad de Fernando e Isabel la que me ha devuelto a mis hijos?
–No os sabría responder, alteza. Sabéis muy bien que mi modesto cargo me mantiene alejado de cualquier participación en la decisión política.
–Yo responderé a la pregunta. Si me han restituido a mis hijos, no ha sido por generosidad, ni piedad, ni siquiera por lástima. Han soltado a Ahmed y a Yussuf para presionarme y me marche de España. Ellos sabían muy bien que jamás abandonaríamos nuestra tierra sin nuestros hijos.
Ahora me los dan como diciéndome: «esto es lo que te impedía marcharte, ya lo tienes, márchate ya!». Pero comed, por favor, ¿acaso no os gustan las truchas?
–¡Oh, sí, alteza! Además me enseñaron a pescarlas y lo estuve haciendo durante algún tiempo cerca de Arenas, durante mi convalecencia de una herida.
–También yo he aprendido a pescar durante mi convalecencia, querido capitán; aunque en mi caso no se trata de heridas físicas.