Todos los escritores, al finalizar una novela, deseamos ser el centro de atención. Anhelamos las opiniones rápidas de los lectores y la reseña positiva de los críticos que impulsen nuestra obra a ser leída por todos. Pero esto no siempre sucede. ¿Alguien se ha preguntado qué siente el novelista al finalizar su obra? ¿Cómo definiría su trabajo una vez publicado?
Este cuestionario pretende transmitir la visión del escritor. Le preguntaremos sobre su novela y le daremos la oportunidad de promocionarla y hacerse autocrítica. En definitiva, será su manera de convencernos para que leamos su novela.
HOY NOS PRESENTA SU OBRA: MAGDALENA ALBERO ANDRÉS
1) ¿Cómo se llama tu nueva novela?
Se llama LOS CAMINOS DEL MAR
2) Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.
Escrita en primera persona, la novela narra la aventura vital de una joven que debe abandonar su casa debido a que han encarcelado a su padre. A lo largo de la novela, la protagonista tendrá que vivir en lugares diferentes, empezar de nuevo muchas veces, enfrentarse a todo tipo de dificultades y superarlas, conocer las contradicciones del mundo en que vive y, sobre todo, descubrirse a si misma y aceptarse tal como es. En su camino será hija, maestra, médico, amante, madre, terrateniente, esposa. Es una historia de supervivencia, de superación personal. Es la lucha de una mujer joven por conseguir encontrar un lugar en el mundo, propio y único. Se desarrolla en el siglo III a.C., a lo largo del viaje vital de la protagonista por Atenas, Creta, Alejandría, Rodas y la isla de Pharos (actual Croacia). Con esta novela he querido transmitir varias cosas, por ejemplo, la importancia de la instrucción y la investigación como formas de avance en la sociedad. La protagonista puede tirar adelante gracias a que su padre, atípico para la época, le ha despertado la curiosidad por aprender. Va adquiriendo conocimientos de medicina y decide aplicar esos conocimientos a pesar de las dificultades que eso le comporta. El saber nos hace libres, no sólo sabios, como dice Epicuro, quien también aparece en la novela. También he querido transmitir que los errores y los problemas son siempre una oportunidad para aprender y que la razón y la emoción se mezclan a la hora de tomar decisiones. Irene, la protagonista, no es un personaje que tiene las cosas claras. Duda, se equivoca, es humana. Poco a poco se va descubriendo a si misma. Y al hacerlo se da cuenta de que, aunque es más fácil seguir caminos ya trazados, los que son propios y únicos están sin trazar, cada uno de nosotros los tiene que descubrir.
3) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.
Se ha publicado en papel y también en libro electrónico por Roca Editorial. La novela fue la ganadora del Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de Úbeda en su edición del 2013.
4) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.
Irene, la protagonista, pero también Herófilo (que es un personaje real) que la ayuda, junto con su mujer Caledonia, y la hetaria Areté. También su amigo Manetho. Tenía muy claro que no quería crear una protagonista heróica, ni víctima. No quería que fuera una “sabelotodo” y “puedelotodo”. Queria que fuera alguien que saca fuerzas de su propia debilidad, que encaja los reveses que le da la vida como puede y va aprendiendo de ellos, que debe empezar de nuevo muchas veces, que consigue salir a flote. Quería que mi protagonista y aquellos que la ayudan tuvieran pensamiento propio, reivindicar así que en todas las épocas de la historia ha habido hombres y mujeres que han cuestionado el rol que la sociedad les ha asignado y se han esforzado por cambiarlo. Y que no siempre han estado solos contra el mundo, que ha habido quienes les han echado una mano. A través de la protagonista también quería mostrar que la perfección no existe; en el camino de Irene hay renuncias, hay contradicciones, hay aceptación de las propias debilidades. Pero esas debilidades no la hunden pues el amor y la dedicación con que su padre la ha criado le ha dado confianza en si misma, curiosidad por aprender y fuerza de voluntad.
5) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?
La idea surgió de forma casual, leyendo un artículo de historia de la ciencia. Me encontré con el nombre del médico Herófilo de Calcedonia, que desconocía, pues cuando se habla de medicina griega en la antigüedad el único nombre que suena es Hipócrates. Me llamó la atención que en el siglo III a.C. él ya hablara de la importancia del cerebro y que hiciera disecciones en humanos, y que fundara la Escuela de Medicina de Alejandría. Enseguida tuve ganas de hablar de aquella época y de personas que se atrevieron a cuestionarlo que ya se daba por sabido y así avanzar en el conocimiento.
6) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla?
Me llevó dos años y nueve meses, y mientras escribía continué buscando información para completar escenas y giros de la trama.
7) ¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?
Que los textos consultados responden a diversas teorías y no siempre los autores se ponen de acuerdo sobre cómo ocurrieron los hechos. También que el rey Ptolomeo I, quien fue uno de los generales del ejército de Alejandro el Magno, en las últimas décadas de su vida fue quien impulsó la creación del Museo y la biblioteca de Alejandría. Fue él y no su hijo Ptolomeo II, como yo creía, aunque éste continuó la obra de su padre y amplió la biblioteca.
8) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?
Porque creo que tiene una protagonista bien definida, con matices, con la que es fácil identificarse y que está acompañada de unos secundarios que aportan complejidad e interés a la trama. Porque he procurado hacer una recreación muy completa de cómo era el mundo en el que vive la protagonista, lo que permite un paseo detallado por la historia y las costumbres de un tiempo muy lejano, pero que se lee como algo muy actual. Porque la novela aporta información muy interesante sobre la medicina en la antigüedad y sobre personajes históricos poco conocidos como el médico Herófilo de Calcedonia, o mal conocidos como el filósofo Epicuro. Porque reivindica el origen mediterráneo de nuestra cultura y la importancia de la libertad individual y el acceso al conocimiento como forma de avance de la humanidad. Porque he procurado presentar situaciones que fueran verosímiles en la época en que transcurre la historia pero que al mismo tiempo el lector pudiera entender desde la sensibilidad de alguien del siglo XXI. Por ejemplo, en varios momentos de la historia Irene se encuentra con dificultades de conciliación de vida laboral y familiar. Esto le crea problemas y debe asumir renuncias. Las soluciones que encuentra se parecen mucho a las que puede optar una mujer contemporánea. También he querido enfrentar a la protagonista a situaciones que generan sentimientos universales y atemporales como puede ser el enamoramiento, la maternidad, la enfermedad o la muerte. El ser humano reacciona de manera muy similar en el siglo III a.C. y ahora, aunque cada cultura y cada época revista estos acontecimientos de manera distinta. En cuanto al contexto histórico en que transcurre la historia también busqué similitudes con situaciones más contemporáneas. Por ejemplo, esa diáspora de ciudadanos griegos, como Herófilo, que se van a vivir a Alejandría se parece mucho a lo que hoy llamaríamos fuga de cerebros. El rey Ptolomeo I actúa de mecenas de las artes y de las ciencias para convertir Alejandría en el centro cultural del Mediterráneo, una manera de hacer muy similar a la política de captación de talento que realizó Estados Unidos en el siglo XX, o al mecenazgo practicado por los Medici en la Florencia del siglo XV.
Creo que la novela merece la pena ser leída porque, a pesar de toda la información que hay en ella, ésta no interfiere en ningún momento con los personajes ni con la evolución de la trama. He procurado escribir una historia con un lenguaje claro, sencillo, preciso. He intentado dotarla de la agilidad necesaria para que el lector mantenga el interés y siga leyéndola. Para que aprenda sin darse cuenta. En mi novela he buscado en todo momento llegar al lector y mantenerlo distraído e interesado.
9) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella?
Os dejó el primer párrafo de la novela:
“Aquella tarde se llevó consigo todo lo que yo había sido hasta entonces. Me arrancó de golpe la placidez de mis días, los planes de un futuro que apenas había empezado a trazar y todo aquello que actuaba como referente a mí alrededor. En pocas palabras mi padre me explicó qué había dispuesto para mí. Me habló de forma pausada, aparentando calma, marcando una distancia entre nosotros que nunca había existido pero que en ese momento creía necesaria para protegerme, para convencerme de que no debía mirar atrás, para ayudarme a iniciar un camino que tendría que recorrer sin él. Nunca, hasta ese día, había intuido el miedo en su voz.”
Y un trozo al azar, de la página 245:
“Me apenaba ver la belleza rota de aquellas mujeres tan jóvenes e indefensas y tuve la desagradable certeza de que no serían las últimas que llegarían en esas condiciones. Me persiguieron sus rostros bellos y cansados, su mirada esperanzada que creía ver en mí una solución a su problema. Me costaba aislarme de su dolor, aunque sabía que todo médico ha de acostumbrarse a la muerte”.