El pasado sábado y domingo, días 7 y 8 de noviembre de 2015 se celebraron las quintas Jornadas de Novela Histórica en nuestra ciudad, Granada. Cada seis meses, nuestra asociación que tiene tres socios fundadores (Blas Malo, presidente; Mario Villén, secretario y Carolina Molina, vicepresidenta) promueve unas jornadas sobre novela histórica que se celebran en la Biblioteca de Andalucía. Cada una de ellas ha tenido un importante respaldo por parte del público, observándose para nuestro agrado que los asistentes pertenecen a todas las clases y ámbitos sociales, los hay jóvenes y los hay maduros, expertos y principiantes en la materia pero todos con gran interés por conocer a los escritores de cerca y aprender la historia de su ciudad.
Esto, precisamente, era la prioridad de nuestras jornadas, convocar a los lectores para que tuvieran ese contacto tan necesario con los autores de los libros que se publican y al tiempo divulgar la historia de Granada de forma didáctica.
En la sesión de la mañana del sábado, junto a Teo Palacios, y por medio de un entretenido reportaje audiovisual viajamos a la España del siglo XVII. Era la forma de adentrarnos en su última novela, El trono de barro, publicada por Edhasa y que cuenta la historia de uno de los sujetos más polémicos de su tiempo, el duque de Lerma. Este hombre, ambicioso por demás, consiguió convertirse en caballerizo mayor del joven príncipe Felipe que reinaría más tarde como Felipe III y gracias al cual se convertiría en su valido, persona de su confianza, que reinaría más que él. Gracias a sus intrigas y sus tácticas corruptas consiguió amasar gran fortuna y poder, lo que aún se detecta en la villa burgalesa de Lerma con su magnífica plaza Mayor (cuya extensión es superior a la de Salamanca).
Teo Palacios, que gana con la cercanía, sabe ganarse al público y eligió muy acertadamente cada uno de los puntos históricos que fue desentrañando y que ambientan su novela. Confesó que El trono de barro tuvo un proceso laborioso, con varias modificaciones que convirtieron un texto inicial más acercado a la historia para finalmente convertirse en histórico. Una vez más se pone de manifiesto el arduo trabajo que precede a una obra literaria, condicionantes que nunca son triviales dada la extensión de las novelas que últimamente se publican.
La trama, trascendiendo el propio género histórico, nos permite reflexionar sobre lo que hemos sido y lo que somos; más aún, sobre lo que nos dejan ser los que nos gobiernan con sus corruptelas y nepotismo.
Parece que a Teo Palacios le ha dado mucho de sí este último año pues además de tener nueva novela en el mercado nos presentó otro de sus muchos trabajos literarios, la antología Retales del Pasado de la que fue el inspirador y coordinó junto a Sebastián Roa con ayuda incondicional de algunos escritores participantes.
Retales del Pasado, editada por la madrileña Ediciones Pamies cuyo editor es Carlos Alonso, ha demostrado que diecinueve autores pueden unirse bajo un fin común, que es el de protestar por la destrucción de nuestro patrimonio histórico a través de la cesión gratuita de un cuento. Los derechos de su esfuerzo intelectual irán destinados a una institución de reconocido mérito cultural, la Biblioteca Viva de al-Andalus ubicada en Córdoba y que vela por la interculturalidad a través de sus propias actividades culturales, incluida la de la promoción y recuperación del patrimonio.
Diecinueve son los autores participantes en esta antología: Javier Negrete, Teo Palacios, Carlos Auresanz, Miguel Aceytuno Comas, Nerea Riesco, Carolina Molina, Ricard Ibáñez Ortí, María Pilar Queralt del Hierro, Javier Pellicer, Concepción Perea, Sebastián Roa, Magdalena Lasala, José de Cora Paradela, Francisco Narla, Manuel Sánchez-Sevilla, Mado Martínez, Carla Montero, Olalla García y Ramón Muñoz.
Algunos de ellos fueron invitados a estas jornadas o presentaron sus libros en las actividades promovidas por la Asociación Jornadas de Novela Histórica de Granada como es el caso del citado Palacios, Sebastián Roa, Francisco Narla, Manuel Sánchez-Sevilla, María Pilar Queralt del Hierro y Nerea Riesco. Igualmente participa Carolina Molina, vicepresidenta de nuestra asociación y coordinadora de las jornadas.
El sábado por la tarde volvimos a dedicar espacio al proyecto "La novela histórica como recurso didáctico". El pasado año, el profesor de la Universidad de Granada, Andrés Palma nos convenció de la importancia de adquirir hábitos de lectura entre sus alumnos y de estudiar historia a través de textos literarios. Nuestra asociación se unió a esta iniciativa y va a colaborar directamente en este presente curso, al igual que otros autores que también participaron en las V Jornadas, siendo el caso de Herminia Luque el más destacado por ser ponente y profesora.
Herminia Luque abrió la tarde con su habitual desenvoltura presentándonos a María de Zayas y Ana Caro de Mallén, dos escritoras sorprendentes que acapararon miradas de envidia y de desprecio en la sociedad del s. XVII. Ambas son los personajes centrales de su novela Amar tanta belleza ganadora del premio Málaga de novela 2015 y que edita la Fundación José Manuel Lara. Este premio ha representado un impulso importante para esta escritora granadina y afincada en Málaga que ya tiene en su haber libros de diferentes géneros. Como ponente estuvo en nuestras II jornadas con su novela El códice purpúreo y ya nos enamoró con su don de gentes y su gran dominio del lenguaje.
Como colaboradora en el proyecto La novela histórica como recurso didáctico representó un amable prólogo a lo que siguió después, la intervención de Andrés Palma desvelando sus técnicas docentes usando la novela histórica como vehículo y las opiniones de varios alumnos que disfrutaron de ser los pioneros y que hoy se alegran de haberlo sido.
Según nos contaba Andrés Palma su iniciativa, nos convencíamos más de que la novela histórica tiene mil vertientes que hay que explorar. Nos hemos pasado años desprestigiándola o justificándola sin que realmente hayamos encontrado la realidad que le es propia, el de ser un género más (ni mejor ni peor) que cualquier otro y que de acuerdo a su propia naturaleza (mixtura entre literatura e historia) puede ir más allá de su propio género.
La novela histórica es, por encima de todo, equilibrio y es en esa justa medida, entre ficción y verdad, donde está su auténtico valor como obra creativa.
Esa misma noche, Santiago Castellanos, profesor de Historia Antigua de la Universidad de León nos confesaba las reticencias de los propios docentes a leer novela histórica por considerarla una amenaza. No hay razón. Todos los que nos dedicamos a este género somos conscientes de que escribimos solo y exclusivamente novela y es gracias a los historiadores que podemos desarrollar nuestra vocación sin contaminar las fuentes de las que bebemos.
A este respecto hay que felicitar a Sara Esturillo que con su tesis Lo que podría haber sido y lo que fue: respuestas a las problemáticas de la novela histórica en la actualidad hace mención a este carácter híbrido de la novela histórica, analizando los textos clásicos y avanzando hasta la actualidad.
Castellanos, excepción (por lo que parece) entre el profesorado universitario, nos dio una magistral exposición con la presentación de su libro Barbarus (editado por Ediciones B). Fue breve y conciso dándonos las pistas históricas que deberemos desvelar al tiempo que leemos su novela, una mirada a dos pueblos enfrentados (romanos y godos) pero que también se complementaron dejándonos un legado que permanece hasta nuestros días.
Las V jornadas tuvieron, como era nuestro compromiso, una mirada hacia Granada y su historia. Adolfo Liñán, Dídimo Ferrer en Facebook, nos ilustró (y nunca mejor dicho) con una interesante colección de grabados y fotos antiguas sobre la plaza de Bib-Rambla.
Nadie ignora más de su ciudad que el propio ciudadano, confiado de que la recorre diariamente descuida su interés por conocerla. Y es un error porque todas las ciudades tienen vida, quizás miles de vidas, que han de descubrirse.
Adolfo Liñán nos deleitó con su esmerada recopilación de imágenes y nos hizo retrotraernos a la otros momentos de la historia de Granada, nos recordó que los granadinos desean saber de su tierra, la quieren y a ellos nos debemos.
Ahora, una vez terminadas estas V Jornadas queda reflexionar y tomar fuerzas para las siguientes, que serán, como viene siendo habitual a mediados de marzo próximo. Traerán nuevas e interesantes miradas hacia el pasado sin olvidar el presente.
Nuestro agradecimiento a la Biblioteca de Andalucía, a Javier Álvarez y Rosario Corral, igual que a su personal, siempre fiel a facilitarnos la labor. También nuestros agradecimientos al Grupo Bib-Rambla y a la Librería Babel, nuestros patrocinadores, además de las editoriales participantes (Editorial Áltera, Ediciones B, Edhasa, Pamiés y JM Lara/Grupo Planeta)
Y, por supuesto, nuestro agradecimiento a Noelia Ibáñez, asistente de coordinación, que estuvo atenta a todos los detalles de estas V Jornadas