Queridos amigos lectores: Hoy comenzamos una nueva etapa en
el blog de las Jornadas de Novela Histórica de Granada. Para mantener vivo
vuestro interés por la lectura iniciamos la publicación de un cuestionario con
veinte preguntas para todos los escritores de novela histórica (o los que se
hayan acercado a este género en algún momento de su vida). En él los
autores nos desvelarán parte de sí mismos, de sus hábitos de escritura y
algunos secretillos en sus inicios profesionales. Si deseáis que vuestro autor/a
favorito responda, solo tenéis que enviar un correo a jornadasnovelasgranada@gmail.com
Mientras tanto, comenzamos con el director de las mismas.
BLAS MALO
1.
Preséntate
tú mismo a tus lectores.
Hola lectores, soy Blas Malo, ingeniero de oficio y sin
beneficio. Un día de verano hace varios lustros decidí emular a J.R.R.
Tolkien y a Isaac Asimov escribiendo varios relatos cortos. Y la experiencia
me gustó, ése fue el inicio de mi afición por la escritura. Compagino como
puedo mi vida profesional y personal con la escritura, sacando horas de
madrugada. Me apasiona la repetición cíclica de la historia, soy un enamorado
de la Edad Media española (el reino nazarí de Granada, los reinos cristianos)
y del imperio bizantino, un gran desconocido, y sobre esas épocas escribo con
toda la destreza que puedo. Me siento un novato en la literatura, pero un
novato ilusionado.
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2.
¿Cuándo
escribiste tu primera historia?
La primera historia corta que recuerdo fue un breve relato
que imitaba a “La isla del tesoro” de Stevenson. Tenía 11 años; gustó y ganó
un pequeño premio escolar. Años después, tras muchas lecturas, navegué de forma
incesante por la Tierra Media de Tolkien. Mi primer relato escrito con ambición literaria trataba sobre ella,
con la lucha entre Gil-Galad y Elendil contra Sauron, el señor del anillo. A
veces aún releo ese escrito y pienso que consiguió lo que pretendía, a pesar
de sus imperfecciones: la evocación de otros lugares, otros tiempos, llenos
de héroes frente al mal. Mi primera novela la terminé en 2010, “El esclavo de
la Al-Hamrá”, que fue especial por ser el inicio de una ilusión. A esa han
seguido dos más. Y sigo escribiendo.
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3.
¿Cómo
recuerdas los comienzos de tu profesión de escritor?
Para mi sigue siendo
una afición, no una profesión, y espero que como poco siga así por algún
tiempo. Cuando empecé a escribir mi primer manuscrito, me pregunté, ¿por qué
no? Y me sentí capaz de empezar y terminar. Cuando di por finalizada la
revisión, seguí preguntándome lo mismo, ¿por qué no? Tenía ambición
literaria, creía firmemente que aportaba algo diferente sobre lo que nadie
había escrito. Podía guardarla en un cajón; o buscar su publicación. Una
agencia se interesó por mí, y eso fue una señal. Verla editada fue un sueño,
que se ha repetido dos veces más con otros tantos nuevos libros. Lo más
angustioso que recuerdo es la espera, llamar a muchas puertas convencido de
la valía de las propias palabras y sin embargo obtener durante mucho tiempo
silencios y algunos rechazos.
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4.
¿Has
podido, en algún momento de tu vida, vivir de la escritura?
No, eso todavía no ha sido posible. Eso que muchos con
interés por escribir sueñan con escribir y vivir de ello, en verdad, si lo
pienso fríamente, es algo que no creo que sea un Paraíso. Una cosa es
disfrutar escribiendo y otra ser esclavo de los plazos y de las expectativas.
Si eso supone convertir un divertimento en un trabajo, una obligación, no es
algo que me interese, y además, no es bueno poner todos los huevos en la
misma cesta. Es mejor contar con un Plan B, porque el panorama editorial
asusta y la hipoteca no entiende de
esfuerzos a deshoras por escribir poco o mucho todos los días.
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5.
¿Cuál
es el primer libro que recuerdas haber leído?
Mi primer libro fue
un silabario, recuerdo tener 3 o 4 años. El primero que me causó un gran
impacto fue “La isla del tesoro”, de Stevenson, profusamente ilustrado, de la
Editorial Everest. Aún hoy, cuando escribo intento revivir las sensaciones
que me causó: el descubrimiento del tesoro que supone hallar una lectura
apasionante.
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6.
La
inspiración siempre es esquiva, o no. ¿Tienes algún método o rutina para que
no falte a la hora de escribir?
No falta a horas nocturnas una tableta de chocolate negro, que da glucosa y espabila. Me inspira escribir a mano, llenar las hojas de líneas garabateadas deprisa para anotarlas con la misma rapidez que las pienso, y luego enmendarlas. Plasmar el pensamiento a mano me retroalimenta. Luego, los fines de semana, paso todo a limpio a ordenador, pero es una segunda fase. Escribir directamente a ordenador me corta las alas, me esclaviza, pues es un dictador insaciable, siempre insomne y esperando y eso no me ayuda. |
7.
Reseña,
sin humildad, tus libros mejor escritos.
Tengo tres libros, los tres son novelas históricas en tres
culturas diferentes. Y los tres son especiales. “El esclavo de la Al-Hamrá” se ambienta en
la Granada nazarí, en torno a Ibn Zamrak, poeta de la Alhambra. Fue el
primero, en el que mi palabra se hizo libro. En “El Mármara en llamas” invito
al lector a viajar al imperio bizantino, civilización por descubrir a pesar
de su profunda huella en nuestro Occidente actual. Y en “El señor de
Castilla”, que transcurre en el Reino de Castilla entre Sevilla y Jaén,
ahondo en mis propias raíces jienenses a través de Pero Gil, noble al
servicio de Pedro Primero, frente a Enrique de Trastamara. En los tres están
reflejadas mis inquietudes y dudas, y en todos ellos hay personajes que me
hacen suspirar.
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8.
¿A
qué personaje de tus novelas te gustaría dar vida?
Hay uno que sale en dos de mis libros, el maestro de obras
Al-Qalati. Quizás porque lo empleo como testigo de su época y sus crisis, y
por su relación con el mundo de la construcción, que es el mío propio. De él
sí puedo decir que lo he alimentado directamente de mi propia experiencia
personal.
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9.
¿Crees
que el negocio editorial va por buen camino?
El negocio editorial está en crisis. Lleva años así, pero
al menos antes los lectores seguían comprando un cierto número de libros, que
ha disminuido mucho debido a la crisis económica. 80000 novedades cada año es
una barbaridad, ¡no hay lector que lea tanto! A eso se une la revolución
tecnológica del ebook y la piratería digital, que priva de ingresos a las
editoriales, y también a maquetadores, ilustradores, correctores, y a los
autores. Fusión para conseguir economías de escala o desaparición, creo que
ésos serán las consecuencias. Se da la paradoja que se lee más que nunca en
España según las encuestas (aunque nunca se ha leído demasiado si nos
comparamos con otros países europeos), pero se venden menos libros que nunca,
y así, el mundo editorial no puede sobrevivir tal y como lo conocemos.
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10.
¿Cómo compatibilizas tu vocación con tu vida
particular?
Saco tiempo de donde puedo, sobre todo por la noche y los
fines de semana, pero no me agobio. No tengo prisa por escribir, quiero
disfrutar en el proceso, pero sí intento cumplir dos normas a rajatabla:
todos los días, lee un poco de otros autores y escribe. Algo. Sea poco o
mucho; un párrafo, una página. Aunque tengas que corregirlo por completo al
día siguiente o desecharlo. Escribe algo todos los días. Así, el cerebro no
abandona la historia y estará trabajando en ella inconscientemente cuando
estés dedicado a otras cosas.
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11.
¿Cuál es tu peor manía a la hora de
escribir?
Mi peor manía es que si estoy centrado me olvido de todo lo
demás. Literalmente. Eso que es bueno, también tiene un lado negativo, la
vida existe fuera de las letras y hay que vivirla para poder escribir con más
fuerza. A veces me encierro en mi mundo como un eremita y me pierdo otras
cosas, pero ése es el sacrificio que pide esta afición. Intento corregir eso.
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12.
Indícanos
un autor predilecto anterior al s.XX que te haya convencido como lector y como escritor.
H.P. Lovecraft y sus mundos de Cthulhu. Y sobre todo,
descubrir que no conoció reconocimiento en vida me impacto muchísimo. Una
brillante imaginación con una vida tan literaria y oscura, gris y pesimista
como sus letras. Hay más autores, pero éste consiguió hacerme ver que las
historias no siempre han de tener un final feliz. Como sucede en la vida.
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13.
¿Ebook
o en papel?
Decididamente, papel. Entiendo las ventajas del ebook, pero
estoy atado emocionalmente al formato impreso. Un libro envejece con uno
mismo. Un ebook es inmortal, etéreo, impoluto, indeleble. Prefiero lo
imperfecto, que hace que un libro impreso, susceptible de ser sobado,
manchado, desgarrado, sea perfecto.
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14.
¿Qué relación te une con Granada?
Resido en Granada desde hace casi 30 años,
así que puedo decir que soy de allí. Y allí, está la Alhambra, a la que me
siento muy vinculado por mi propio interés por la época nazarí. Regresar a
Granada siempre es un paraíso; por motivos de trabajo estoy desplazado de
lunes a viernes.
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15.
¿Qué te traes, actualmente, entre manos?
Estoy documentándome y escribiendo simultáneamente una
nueva novela. No es que uno diga, “voy a escribir un libro”, sino que
buceando por la Historia te encuentras de pronto con un personaje y sus
hechos que te subyugan y que te gritan al oído que les des vida con tus
palabras. De momento, estoy
reencontrándome con buenas sensaciones.
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16.
Recomienda un libro para este verano.
Si te apasiona la Edad Media, lee “El señor de Lordemanos”
de Miguel Ángel Badal Salvador. A mí me pareció extraordinario y diferente.
Tengo varios pendientes en mi estantería que pretendo leer poco a poco. Ahora
mismo estoy leyendo “El perfume de bergamota”, de José Luis Gastón Morata.
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17.
¿Qué es para ti la novela histórica?
La novela histórica es primero novela, y eso debe ser
entretenimiento. Luego es histórica, por su ambientación, personajes y hechos
tratados, que ayudan al lector a descubrir otros mundos, otras gentes del
pasado. Una novela histórica debe zambullir al lector en un mundo distinto
del cotidiano, hacerlo suspirar y boquear de asombro. Una novela histórica no debe ser un ensayo
de historia, sino una creación de ficción que haga latir de nuevo nuestro
pasado.
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18.
¿Qué te has dejado en el tintero?
Si te refieres a qué tinta no he usado, tengo un par de
historias iniciadas pero inconclusas durmiendo el sueño de los justos. Una
obra de género fantástico que bebe de Tolkien (un capricho de juventud) y dos
novelas comenzadas que esperan su momento oportuno. Lo sabré, cuando llegue.
Ahora tengo otras ansias.
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19.
¿Existe
algún libro que no te hayas atrevido a leer? ¿Puedes decirnos cuál y por qué?
Existe un libro que empecé pero que no me atreví a continuar, “Ulises” de James Joyce. Quizás cada libro requiere ser leído cuando uno tiene un determinado cúmulo de experiencias vitales. El caso es que de joven, tanto oír de él, empecé a leerlo; llegué a la página 30 y lo dejé. No lo entendía y además me aburría, por lo cual temí que me hiciera descubrir lo ignorante que era de la vida y de muchas más cosas. Aún no siento que deba retomarlo. |
20.
¿A qué escritor te gustaría que
enviáramos este cuestionario?
A Miguel Angel Badal Salvador. Seguro que sus respuestas
son muy interesantes.
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