martes, 9 de julio de 2013

CUESTIÓN DE ESCRIBIR NOVELA HISTÓRICA: HOY CONTESTA...BLAS MALO



Queridos amigos lectores: Hoy comenzamos una nueva etapa en el blog de las Jornadas de Novela Histórica de Granada. Para mantener vivo vuestro interés por la lectura iniciamos la publicación de un cuestionario con veinte preguntas para todos los escritores de novela histórica (o los que se hayan acercado a este género en  algún momento de su vida). En él los autores nos desvelarán parte de sí mismos, de sus hábitos de escritura y algunos secretillos en sus inicios profesionales. Si deseáis que vuestro autor/a favorito responda, solo tenéis que enviar un correo a jornadasnovelasgranada@gmail.com
Mientras tanto, comenzamos con el director de las mismas.

BLAS MALO






1.     Preséntate tú mismo a tus lectores.
Hola lectores, soy Blas Malo, ingeniero de oficio y sin beneficio. Un día de verano hace varios lustros decidí emular a J.R.R. Tolkien y a Isaac Asimov escribiendo varios relatos cortos. Y la experiencia me gustó, ése fue el inicio de mi afición por la escritura. Compagino como puedo mi vida profesional y personal con la escritura, sacando horas de madrugada. Me apasiona la repetición cíclica de la historia, soy un enamorado de la Edad Media española (el reino nazarí de Granada, los reinos cristianos) y del imperio bizantino, un gran desconocido, y sobre esas épocas escribo con toda la destreza que puedo. Me siento un novato en la literatura, pero un novato ilusionado.
2.     ¿Cuándo escribiste tu primera historia?
La primera historia corta que recuerdo fue un breve relato que imitaba a “La isla del tesoro” de Stevenson. Tenía 11 años; gustó y ganó un pequeño premio escolar. Años después, tras muchas lecturas, navegué de forma incesante por la Tierra Media de Tolkien. Mi primer relato escrito con ambición literaria trataba sobre ella, con la lucha entre Gil-Galad y Elendil contra Sauron, el señor del anillo. A veces aún releo ese escrito y pienso que consiguió lo que pretendía, a pesar de sus imperfecciones: la evocación de otros lugares, otros tiempos, llenos de héroes frente al mal. Mi primera novela la terminé en 2010, “El esclavo de la Al-Hamrá”, que fue especial por ser el inicio de una ilusión. A esa han seguido dos más. Y sigo escribiendo.

3.     ¿Cómo recuerdas los comienzos de tu profesión de escritor?
 Para mi sigue siendo una afición, no una profesión, y espero que como poco siga así por algún tiempo. Cuando empecé a escribir mi primer manuscrito, me pregunté, ¿por qué no? Y me sentí capaz de empezar y terminar. Cuando di por finalizada la revisión, seguí preguntándome lo mismo, ¿por qué no? Tenía ambición literaria, creía firmemente que aportaba algo diferente sobre lo que nadie había escrito. Podía guardarla en un cajón; o buscar su publicación. Una agencia se interesó por mí, y eso fue una señal. Verla editada fue un sueño, que se ha repetido dos veces más con otros tantos nuevos libros. Lo más angustioso que recuerdo es la espera, llamar a muchas puertas convencido de la valía de las propias palabras y sin embargo obtener durante mucho tiempo silencios y algunos rechazos.

4.     ¿Has podido, en algún momento de tu vida, vivir de la escritura?
No, eso todavía no ha sido posible. Eso que muchos con interés por escribir sueñan con escribir y vivir de ello, en verdad, si lo pienso fríamente, es algo que no creo que sea un Paraíso. Una cosa es disfrutar escribiendo y otra ser esclavo de los plazos y de las expectativas. Si eso supone convertir un divertimento en un trabajo, una obligación, no es algo que me interese, y además, no es bueno poner todos los huevos en la misma cesta. Es mejor contar con un Plan B, porque el panorama editorial asusta  y la hipoteca no entiende de esfuerzos a deshoras por escribir poco o mucho todos los días.


5.     ¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído?

Mi primer libro fue un silabario, recuerdo tener 3 o 4 años. El primero que me causó un gran impacto fue “La isla del tesoro”, de Stevenson, profusamente ilustrado, de la Editorial Everest. Aún hoy, cuando escribo intento revivir las sensaciones que me causó: el descubrimiento del tesoro que supone hallar una lectura apasionante.

6.     La inspiración siempre es esquiva, o no. ¿Tienes algún método o rutina para que no falte a la  hora de escribir?
No falta a horas nocturnas una tableta de chocolate negro, que da glucosa y espabila. Me inspira escribir a mano, llenar las hojas de líneas garabateadas deprisa para anotarlas con la misma rapidez que las pienso, y luego enmendarlas. Plasmar el pensamiento a mano me retroalimenta. Luego, los fines de semana, paso todo a limpio a ordenador, pero es una segunda fase. Escribir directamente a ordenador me corta las alas, me esclaviza, pues es un dictador insaciable, siempre insomne y esperando y eso no me ayuda.

7.     Reseña, sin humildad, tus libros mejor escritos.
Tengo tres libros, los tres son novelas históricas en tres culturas diferentes. Y los tres son especiales.  “El esclavo de la Al-Hamrá” se ambienta en la Granada nazarí, en torno a Ibn Zamrak, poeta de la Alhambra. Fue el primero, en el que mi palabra se hizo libro. En “El Mármara en llamas” invito al lector a viajar al imperio bizantino, civilización por descubrir a pesar de su profunda huella en nuestro Occidente actual. Y en “El señor de Castilla”, que transcurre en el Reino de Castilla entre Sevilla y Jaén, ahondo en mis propias raíces jienenses a través de Pero Gil, noble al servicio de Pedro Primero, frente a Enrique de Trastamara. En los tres están reflejadas mis inquietudes y dudas, y en todos ellos hay personajes que me hacen suspirar.

8.     ¿A qué personaje de tus novelas te gustaría dar vida?
Hay uno que sale en dos de mis libros, el maestro de obras Al-Qalati. Quizás porque lo empleo como testigo de su época y sus crisis, y por su relación con el mundo de la construcción, que es el mío propio. De él sí puedo decir que lo he alimentado directamente de mi propia experiencia personal.

9.     ¿Crees que el negocio editorial va por buen camino?
El negocio editorial está en crisis. Lleva años así, pero al menos antes los lectores seguían comprando un cierto número de libros, que ha disminuido mucho debido a la crisis económica. 80000 novedades cada año es una barbaridad, ¡no hay lector que lea tanto! A eso se une la revolución tecnológica del ebook y la piratería digital, que priva de ingresos a las editoriales, y también a maquetadores, ilustradores, correctores, y a los autores. Fusión para conseguir economías de escala o desaparición, creo que ésos serán las consecuencias. Se da la paradoja que se lee más que nunca en España según las encuestas (aunque nunca se ha leído demasiado si nos comparamos con otros países europeos), pero se venden menos libros que nunca, y así, el mundo editorial no puede sobrevivir tal y como lo conocemos.

10.                        ¿Cómo compatibilizas tu vocación con tu vida particular?
Saco tiempo de donde puedo, sobre todo por la noche y los fines de semana, pero no me agobio. No tengo prisa por escribir, quiero disfrutar en el proceso, pero sí intento cumplir dos normas a rajatabla: todos los días, lee un poco de otros autores y escribe. Algo. Sea poco o mucho; un párrafo, una página. Aunque tengas que corregirlo por completo al día siguiente o desecharlo. Escribe algo todos los días. Así, el cerebro no abandona la historia y estará trabajando en ella inconscientemente cuando estés dedicado a otras cosas.

11.                        ¿Cuál es tu peor manía a la hora de escribir?
Mi peor manía es que si estoy centrado me olvido de todo lo demás. Literalmente. Eso que es bueno, también tiene un lado negativo, la vida existe fuera de las letras y hay que vivirla para poder escribir con más fuerza. A veces me encierro en mi mundo como un eremita y me pierdo otras cosas, pero ése es el sacrificio que pide esta afición. Intento corregir eso.

12.                         Indícanos un autor predilecto anterior al s.XX que te haya convencido como   lector y como escritor.

H.P. Lovecraft y sus mundos de Cthulhu. Y sobre todo, descubrir que no conoció reconocimiento en vida me impacto muchísimo. Una brillante imaginación con una vida tan literaria y oscura, gris y pesimista como sus letras. Hay más autores, pero éste consiguió hacerme ver que las historias no siempre han de tener un final feliz. Como sucede en la vida.

13.                         ¿Ebook o en papel?
Decididamente, papel. Entiendo las ventajas del ebook, pero estoy atado emocionalmente al formato impreso. Un libro envejece con uno mismo. Un ebook es inmortal, etéreo, impoluto, indeleble. Prefiero lo imperfecto, que hace que un libro impreso, susceptible de ser sobado, manchado, desgarrado, sea perfecto.


14.                        ¿Qué relación te une con Granada?
Resido en Granada desde hace casi 30 años, así que puedo decir que soy de allí. Y allí, está la Alhambra, a la que me siento muy vinculado por mi propio interés por la época nazarí. Regresar a Granada siempre es un paraíso; por motivos de trabajo estoy desplazado de lunes a viernes.

15.                        ¿Qué te traes, actualmente, entre manos?
Estoy documentándome y escribiendo simultáneamente una nueva novela. No es que uno diga, “voy a escribir un libro”, sino que buceando por la Historia te encuentras de pronto con un personaje y sus hechos que te subyugan y que te gritan al oído que les des vida con tus palabras. De momento,  estoy reencontrándome con buenas sensaciones.

16.                        Recomienda un libro para este verano.
Si te apasiona la Edad Media, lee “El señor de Lordemanos” de Miguel Ángel Badal Salvador. A mí me pareció extraordinario y diferente. Tengo varios pendientes en mi estantería que pretendo leer poco a poco. Ahora mismo estoy leyendo “El perfume de bergamota”, de José Luis Gastón Morata.

17.                        ¿Qué es para ti la novela histórica?
La novela histórica es primero novela, y eso debe ser entretenimiento. Luego es histórica, por su ambientación, personajes y hechos tratados, que ayudan al lector a descubrir otros mundos, otras gentes del pasado. Una novela histórica debe zambullir al lector en un mundo distinto del cotidiano, hacerlo suspirar y boquear de asombro.  Una novela histórica no debe ser un ensayo de historia, sino una creación de ficción que haga latir de nuevo nuestro pasado.

18.                        ¿Qué te has dejado en el tintero?
Si te refieres a qué tinta no he usado, tengo un par de historias iniciadas pero inconclusas durmiendo el sueño de los justos. Una obra de género fantástico que bebe de Tolkien (un capricho de juventud) y dos novelas comenzadas que esperan su momento oportuno. Lo sabré, cuando llegue. Ahora tengo otras ansias.

19.                         ¿Existe algún libro que no te hayas atrevido a leer? ¿Puedes decirnos cuál y por qué?
Existe un libro que empecé pero que no me atreví a continuar, “Ulises” de James Joyce. Quizás cada libro requiere ser leído cuando uno tiene un determinado cúmulo de experiencias vitales. El caso es que de joven, tanto oír de él, empecé a leerlo; llegué a la página 30 y lo dejé. No lo entendía y además me aburría, por lo cual temí que me hiciera descubrir lo ignorante que era de la vida y de muchas más cosas. Aún no siento que deba retomarlo.

20.                         ¿A qué escritor te gustaría que enviáramos este cuestionario?  
A Miguel Angel Badal Salvador. Seguro que sus respuestas son muy interesantes.









JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA

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