sábado, 24 de mayo de 2014

CRÓNICA DE LAS JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE MADRID PROMOVIDAS POR BEST SELLER ESPAÑOLY LIVRERIA TABERNA ILUSTRADA

Crónica realizada por Carolina Molina.

Dicen por ahí que la novela histórica ha perdido lectores frente a la novela romántica (o erótica) y la policíaca. La crisis ha exigido un reciclaje completo, no solo en las editoriales y librerías sino también en los propios escritores que buscan otras maneras de acceder al público. Los encuentros, charlas, conferencias y jornadas literarias permiten el acercamiento de todo el sector del libro consolidando y enriqueciendo todo el proceso editorial.

Insiste Blas Malo en que las Jornadas de Novela Histórica de Granada se gestaron bajo la influencia de la envidia. En otras ciudades florecían las jornadas del género histórico y en Granada no existía nada parecido. Ahora que las tenemos nos preguntamos: ¿Por qué en Madrid no se habían hecho antes unas jornadas similares?

Bien es cierto que la web Hislibris.com realizó unos encuentros hace algunos años sin que la divulgación de todo cuanto hace por la novela histórica (que es mucho y muy bien hecho) se haya propagado lo suficiente.

Por eso que la web Best Seller Español y que la Livrería Taberna ilustrada hayan unido fuerzas para llevar a cabo unas jornadas de cierta solvencia en la que han participado un buen número de autores y autoras nacionales exige, por lo menos, una entrada en este blog.

La inauguración tuvo lugar por Alberto Vázquez Figueroa, que ha sido un legendario superventas cuando aún no se sabía ni lo que era un best seller. Su presentación fue espontánea, con altibajos y distendida y todos le perdonamos que no hiciera mención a la novela histórica, que era de lo que venía a hablar, porque Vázquez Figueroa es como es y en esta circunstancia se encuentra no solo el magnetismo de su carácter sino el de su propia obra.

Muchos autores, y algunas menos escritoras, pasaron por estas jornadas. Algunos no pudieron acudir, como Carlos Aurensanz, a quien se le echó de menos. Pero con todo, la experiencia fue grata y merecedora de varias convocatorias que ya esperamos ansiosos para un futuro no muy lejano.

De todas las intervenciones, que fueron muchas, destacamos lo siguiente:

1) Que la novela histórica está acaparada casi por completo por autores (hombres). Si bien en los años ochenta existían grandes autoras españolas que se dedicaban a este género, hoy no podemos decir lo mismo. También se aprecia que cuanto más antiguo sea el momento histórico que abarca, más posibilidades hay de que no se haya escrito por una mujer. ¿Será por eso de las batallas?...María José Rubio apuntó que las editoriales cada vez piden más las historias humanas frente a las escenas de violencia, sin embargo la gran mayoría de novelas históricas que encontramos en los escaparates describen batallas legendarias o recrean la vida de algún rey o héroe militar.

2) ¿Ha proliferado el género que nos ocupa a raíz del fácil acceso a las bibliotecas digitales? ¿Podríamos decir que se ha gestado la generación del autor histórico “wikipedio”? ¿Es la documentación lo único necesario para escribir una novela histórica? Si fuera así…¿No serían todos los usuarios de internet potenciales autores de novela histórica?

3) La “sobreinformación”. Este error tan habitual en los escritores principiantes de novela histórica sigue siendo motivo de discordia. Una novela “sobredocumentada” distorsiona la finalidad de su género, ni transmite ni distrae. El autor de histórica debe encontrar un equilibrio perfecto para ilustrar a través de la recreación histórica, entretener con una historia creíble y mover a la reflexión de unos hechos que, aunque pasados, pueden ser paralelos a una situación presente.

4) El cazador de gazapos. Este es un lector propio de la novela histórica. ¿Por qué se le exige tanto a este género en relación a los demás y sin embargo hay quién lo tilda de “género menor”? Cada vez se es más consciente del esfuerzo que supone la creación de una novela histórica y con todo no faltan los comentarios de algunos críticos alentando a la polémica.

5) La historia hay que analizarla desde su propia perspectiva. Los prejuicios son un mal aliado en el género histórico. Si la recreación es el punto fuerte de la novela histórica habremos de entenderla en toda su amplitud, recreando la sociedad que nos ocupa desde sus propios parámetros. Una novela histórica que describe un momento pasado con ojos del presente disloca la realidad ofreciendo un esperpento. La nueva generación de escritores “históricos” ofrece una historia razonada y lógica. Esto es: “Entienden la historia”.

La conclusión a la que se llegó en estas jornadas no nos deja indiferentes a los autores por mucho que sea la misma de otros tantos encuentros. Es necesario dar a conocer qué es el género histórico y valorarlo en su totalidad. Sentarnos a reflexionar entre todos en jornadas o conferencias es siempre positivo. Con las actividades literarias ganamos todos: los autores, editores, librerías y público lector.


Desde aquí damos las gracias a Best Seller Español (Mario Escobar, Sergio Remedios y David Yagüe) y a LIvrería Taberna Iustrada (Pepa Muñoz) por su buen hacer.

JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA

JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA

JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA

JORNADAS DE NOVELA HISTÓRICA DE GRANADA