-¿Cómo surgió la idea de unas jornadas de novela histórica en Granada?
Por envidia. Por pura, llana y simple envidia. Estamos hablando de novela, de libros, de escritura, de musas y también de historia. España es un país con un pasado milenario en cada uno de sus rincones, llenos de hechos y de vida pasada, presente y de esperanza futura. Tengo la fortuna de haber conocido en los últimos años a otros apasionados por la escritura y por nuestra historia, gente joven que comienza a hacerse un hueco entre los lectores y autores veteranos que transmiten a los que les escuchan la llama de esta adicción que es escribir. A través de ellos se han realizado nuevas iniciativas para dar a conocer nuestro pasado y fomentar la lectura, en jornadas y cursos en Valencia, en Sevilla, en Córdoba, en Úbeda, en Cartagena, por citar sólo algunos. Y eso que estamos en crisis, ¿no es maravilloso cuánta buena disposición puede encontrarse todavía? No estamos hablando de grandes premios mediáticos, sino de eventos quizás más modestos pero enormes en intenciones, y que buscan algo fundamental: la cercanía con el lector. No se trata de mostrar erudición, que la hay; sino de acercar la figura del autor y la propia literatura a los lectores, de fomentar la curiosidad por nuestro pasado cercano y hacerlo más accesible al público en general. Una novela es una buena herramienta para ello.
Y pensé que si otras ciudades tenían sus jornadas y eventos de novela histórica, ¿no podría hacerse algo similar en Granada? Es la ciudad en la que resido desde hace casi treinta años, y para mi sorpresa nunca nadie se lo había planteado, o si lo había pensado, no ha llevado la idea a término. Con la ilusión del temerario, y con el apoyo de la escritora Carolina Molina y nuestra coordinadora Ana Morilla, hemos dado forma a estas primeras jornadas. Unas jornadas de libros, de autores, de lectores, para todo el público. La generosidad de autores y colaboradores las han hecho posible; ahora es el público el que debe hacer lo demás, que es disfrutarlas.
-¿Crees que son necesarias?
Comer y beber, tener donde dormir a cubierto, sentirse amado, todas ellas son cosas necesarias. Alimentar el alma, también; y la lectura es una de las formas de alimentar el alma. Granada siempre ha defendido su importancia cultural, es centro de la cultura nazarí, de su legado y de su arquitectura; aquí se asienta como una sultana la maravillosa Alhambra, el monumento más visitado de España. Tenemos una universidad centenaria, a cuya llamada acuden decenas de miles de estudiantes cada año en busca de conocimientos. La historia de la ciudad es larga, rica y por su pasado musulmán, también única. Y sin embargo, parece como si ese bagaje rico en hechos, personajes y en sorpresas de nuestro pasado estuviera alejado de la gente de a pie, de la gente que se esfuerza con su trabajo y su día a día por seguir adelante. Despertar ese pasado y darlo a conocer de una forma cercana es el objetivo que se marcan estas jornadas. No se ha hecho antes algo así.
-¿Con qué ayudas habéis contado?
Hemos encontrado buena voluntad en mucha gente e instituciones, pero no siempre esa buena voluntad ha fructificado en algo más concreto. La crisis que aún sacude nuestro país azota con fuerza en el sector de la cultura. Afortunadamente, algunas puertas se abrieron a nuestra llamada. A los primeros a quien hay que agradecérselo es a los autores y ponentes, sin cuya presencia estas jornadas no serían posibles. Muchos vienen de fuera y han acudido desinteresadamente, atraídos por la oportunidad de realizar estas jornadas, con este objetivo y en esta ciudad. La Biblioteca de Andalucía ha ofrecido sus instalaciones como el lugar físico donde celebrarlas. Por último, varias empresas privadas han colaborado de distinta forma a la logística y a los pequeños gastos de nuestro exiguo presupuesto. A veces, con poco se puede hacer mucho. Por eso, desde estas líneas, gracias a todos ellos.
-¿Qué encontrarán los lectores o el público en general que asista?
Se celebran los días 16 y 17 de marzo de 2013, sábado y domingo. En un ambiente cercano, informal y nada rígido, estas primeras jornadas estás dedicadas a los nuevos narradores de Al-Ándalus. Nuevos autores que han escrito novela histórica en estos últimos años centrados en la época andalusí, desde los reinos de taifas, pasando por el pasado nazarí de Granada, hasta la época morisca del s.XVI. Hablaremos sobre qué es novela y qué es historia. Contaremos con ponentes de la universidad de Granada que nos hablarán de la cultura de Al-Ándalus, de los poetas de la Alhambra, de los jardines y del agua. Hablaremos sobre las bibliotecas, sobre el panorama actual de los lectores y sobre el futuro del libro. Y una de las sesiones estará dedicada a autores granadinos muy queridos. Los lectores podrán adquirir si lo desean los libros de los autores asistentes en un stand de venta que se montará al efecto, y después de cada sesión los autores podrán firmar libros. Y todo ello gratis, puesto que las jornadas son gratuitas, es entrada libre hasta completar aforo, unas 150 plazas disponibles, sábado y domingo. Espero que el público disfrute con toda esta experiencia.
-¿Cómo le ha afectado a la novela histórica la actual crisis editorial?
El descenso de adquisiciones de libros por parte de los lectores es general en todas las temáticas y géneros. Según las últimas estadísticas, los lectores adquirieron en el 2012 un 20% menos de libros en que en 2011. Estamos hablando del formato de libro impreso. En 2012 comienza a crecer el interés por el libro digital, que puede ser otra oportunidad para los autores, en un mundo cada vez más globalizado. Nuevos géneros, nuevos lectores, han mermado un poco el interés por la novela histórica, pero la presencia de nuevos valores en estos últimos años inspira confianza. Podemos decir que los autores españoles pueden codearse ya con orgullo en los estantes con los escritores anglosajones, que hasta hace bien poco copaban las librerías con sus novelas históricas. Particularmente, estos últimos años ha despertado el interés por Al-Ándalus, y por eso, y dedicadas a Granada, éste es el tema central de estas primeras jornadas.
-¿Habrá segundas jornadas?
La respuesta a esta pregunta la tiene el público. Creemos que estas primeras jornadas serán bien acogidas y por eso, tanto Carolina Molina, Ana Morilla como yo mismo aspiramos a que crezcan y perduren en el tiempo.