Crónica de Armando López-Murcia.
El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada ha sido el escenario escogido para la presentación del libro "Mil años después", un compendio de relatos y microrrelatos surgidos de la conmovedora pluma de Celia Correa Góngora.
El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada ha sido el escenario escogido para la presentación del libro "Mil años después", un compendio de relatos y microrrelatos surgidos de la conmovedora pluma de Celia Correa Góngora.
El acto, que ha tenido como maestro de ceremonias al también escritor y amigo de la autora José Luis Gäertner, ha contado con la participación de los igualmente amigos de ésta, el poeta Fernando de Villena y el escritor Ángel Olgoso, ambos glosando la obra y las no pocas virtudes literarias de Celia Correa, la cual ha intervenido leyendo uno de sus pequeños relatos. La lectura de algunos fragmentos del libro por integrantes del público y la ambientación musical que en el transcurso de la presentación ha llevado a cabo el cuarteto de cámara "Albaicín" han completado un evento, nada al uso, en el que se ha dado a conocer la obra.
"Mil años después" recorre las temáticas más variadas, ello gracias al talento de su creadora, que despliega, dentro de su inconfundible estilo, muy diferentes registros, para describir situaciones, sentimientos, paisajes y momentos. En el libro tiene cabida la actualidad y el pasado. Así podemos conocer, con un lenguaje muy de hoy, la historia de Ti Lin, un niño chino que vive en nuestro país rechazado por los niños españoles con quienes no encuentra comunicación hasta que, por casualidad, un día, se convierte en goleador y héroe para sus compañeros. Junto a ello, capítulos de carácter histórico muy marcado y extraordinarias recreaciones, y tan dispares como la llegada de Cortés a Tenochtitlán - descrita perfectamente en sólo cinco líneas-, el perfecto retrato psicológico de Aixa La Horra en el ocaso de la Granada nazarita, o el miedo íntimo del sacerdote judío en la "noche de los cristales rotos", génesis inmediato del posterior holocausto a manos de los nazis.
Expresiva, fascinante, evocadora, constructora de magistrales relatos igualados en grandeza literaria con independencia de su extensión de línea y media o de seis páginas, Celia Correa es una magnífica contadora de historias. No en vano, ha recordado a los asistentes que viene de una familia de "cuentistas" y de que uno de sus recuerdos más entrañables, quizá el que le movió a su pasión por escribir, es el de su abuelo, en la vieja fonda que poseía la familia en la ciudad por los años de posguerra, improvisando relatos para sus huéspedes.
La editorial Bohodón Ediciones en su colección "Narradores de nuestro tiempo" publica ahora este libro.
Armando López-Murcia