Todos los escritores, al finalizar una novela, deseamos ser el centro de atención. Anhelamos las opiniones rápidas de los lectores y la reseña positiva de los críticos que impulsen nuestra obra a ser leída por todos. Pero esto no siempre sucede. ¿Alguien se ha preguntado qué siente el novelista al finalizar su obra? ¿Cómo definiría su trabajo una vez publicado?
Este cuestionario pretende transmitir la visión del escritor. Le preguntaremos sobre su novela y le daremos la oportunidad de promocionarla y hacerse autocrítica. En definitiva, será su manera de convencernos para que leamos su novela.
HOY NOS PRESENTA SU OBRA ANA B. NIETO
1) Este cuestionario lo leerán muchas personas, algunas no te conocerán. Preséntate a tus nuevos lectores.
Me considero sobre todo una persona apasionada, que va en busca de la emoción. Cuando escribo, mi objetivo es conmover al lector. Creo que la compasión es la característica más importante en un escritor y es lo que hace que sus personajes se levanten del papel. Me encanta la épica, tanto histórica como fantástica y la mitología comparada. Para mí la inspiración es, al menos, un 60% de una novela, así que le concedo muchísimo peso. Tengo una visión muy artística del oficio literario y en mis obras siempre voy en busca de sentido, tanto personal y biográfico, como universal, y el entretenimiento es solo un envoltorio. Tengo, además, tres hijos muy pequeños que son la otra mitad de mi vida.
2) ¿Cómo se llama tu nueva novela?
La huella blanca
3) Dinos, lo más resumido que puedas, cuál es el tema central de tu novela, en qué tiempo se desarrolla y qué has querido transmitir con ella.
El tema central es el sacrificio y es una novela de iniciación, del paso por las etapas de infancia, adolescencia y madurez. De los fantasmas y aliados de la primera, los riesgos y las apuestas de la segunda y la aceptación de la tercera. De lo que hay en ese camino entre ser el hijo y ser el padre mientras la vida cambia ante tus ojos. También está muy presente la idea del destino, de si existe o no, de si se puede luchar contra él, porque hay momentos muy concretos en que se toman decisiones vitales, que pueden llevarte a un lugar muy bueno o uno muy malo. Se desarrolla en la Irlanda del siglo V, durante el encuentro de la cultura celta y la cristiana.
4) ¿Se ha publicado en papel o en digital? Dinos con qué editoriales y no dudes en poner su página web para que podamos conocerlas.
Está publicada tanto en papel como en digital. En castellano con Ediciones B (http://www.edicionesb.com) y en catalán con Columna Edicions (http://www.grup62.cat/editorial-columna-edicions-83.html)
5) Los autores nos encariñamos con nuestros personajes. Háblanos de ellos y dinos cuál es tu preferido.
Mi personaje central y favorito es Ciarán, que es adolescente durante casi todo el libro y por eso su arco de transformación es tan marcado. Sufre ese tipo de adolescencia difícil, irregular, con estallidos, inseguridades, esa mezcla de pasión y miedo ante la vida. Me fascina ese período vital porque todo es nuevo, todo estalla y es contradictorio. En realidad, es el lugar de encuentro entre dos mundos, como pasa en el contexto con los celtas y los cristianos. Ciarán tiene muy claro qué es lo único que quiere en la vida, pero sus dificultades son tan grandes y se siente tan solo que a veces da bandazos, como cualquier persona a su edad. También tiene un lado místico inexplorado, sensible a la naturaleza, muy propio de los celtas y en eso es hijo mío, claramente.
6) Las ideas surgen como chispas, a veces nos vienen cuando menos nos lo esperamos. ¿De dónde partió la idea de escribir esta historia?
La mayor parte de mi inspiración, mis mejores ideas, están asociadas a la música y esta idea surgió del poema "The Stolen Child" de Yeats, en la voz de Loreena McKennitt durante un concierto aquí, en La Alhambra, precisamente.
7) La novela histórica es un trabajo muy arduo. ¿Cuánto tiempo te llevó documentarte y recopilar todos los datos suficientes para desarrollarla?
Al ser una trilogía es un proceso continuado, nunca dejo de aprender, pero documentar y preparar el grueso de los tres libros me ha llevado unos siete años de trabajo, uno de ellos viviendo en Irlanda, con visitas diarias a bibliotecas. En Bruselas también investigué mucho, en bibliotecas universitarias. Los dos primeros años fueron los más intensos en este sentido y luego mucho escribir y reescribir y también llegaron mis hijos así que levanté un poco el pie del acelerador.
8) ¿Qué fue lo más anecdótico que te encontraste en esta documentación?
Hay muchísimas historias divertidas y anecdóticas entre los manuscritos medievales irlandeses. Es increíble como, aunque la transcripción del oral al escrito la hicieron mayoritariamente los monjes, se trata de relatos que han conservado todo el humor, picardía, violencia descriptiva y sexo explícito. La verdad es que las sagas irlandesas parecen hechas hace dos días, las podría haber escrito el autor de Juego de tronos. Representan los mismos problemas entre esposos, entre hijos y padres, entre vecinos. Están trufadas de chistes y de poesía. Son una delicia y su riqueza es muy desconocida para el gran público, especialmente en España.
9) ¿Por qué crees que esta novela merece ser leída?
Porque los lectores se van a sumergir en un universo nuevo, que está muy poco explorado, que bebe de las fuentes históricas de las que luego nacieron el ciclo artúrico y la fantasía épica y medieval actual. Porque tiene varias capas ocultas en el terreno simbólico y nos conecta con los mitos y dioses indoeuropeos, que aparecen en culturas tan lejanas geográficamente como la griega, la letona o la india. Porque muchos seguramente van a revivir lo que sintieron en su propia adolescencia: el desencuentro con los padres, la locura del primer amor, la incomprensión y la soledad, pero también la vibración de lo nuevo, del reto, del descubrimiento de la naturaleza y de la fuerza de la vida.
10) Déjanos abrir boca. ¿Nos permites leer un trocito de ella?
Ciarán miró con horror en los ojos desorbitados de aquel hombre, unos ojos que no llegaban aún a comprender lo que le había sucedido. Ojos que se volvían densos y opacos, fríos, mientras se desprendían de la corriente de la vida y pasaban a formar parte de aquello que se abandona: una casa en ruinas, la tierra quemada, un tronco hueco, el mar.
Ciarán no había tenido un encuentro similar con la muerte hasta entonces. Las escaramuzas eran desquiciadas y no permitían detenerse en las víctimas. Eochaid y Étaín eran los que mataban. Pero en aquel instante en que le había sostenido la mirada a Bran, éste se había llevado algo suyo, como un ladrón inesperado, a las moradas del Otromundo. En su lugar, como un señuelo, como un tronco disfrazado de niño tras el trueque de los síde, el moribundo había dejado una gota de muerte. Una sensación que, de ser cristiano, hubiera interpretado como una certeza de condenación.
El hierro cayó con estrépito, tiñendo de sangre los suelos de La Roca. Unos pocos nobles acudieron sobresaltados, al reclamo de los gritos y el escándalo. El espanto de lo que allí presenciaron les privó del habla.